martes, 30 de diciembre de 2014

diciembre 30, 2014
MALASIA, 13 de mayo de 2013.- Excéntrico hasta decir basta, el multimillonario Richard Branson, fundador y dueño del grupo Virgin, se metió ayer en la piel de una azafata tras perder una apuesta pactada en 2010 con el director de la aerolínea Air Asia, Tony Fernandes. Para cumplir debidamente con su palabra, el magnate británico, de 62 años, se depiló las piernas, se pintó los labios y se embutió en una ceñida falda roja.

Hace unos tres años, Branson y Fernandes mantuvieron una discusión acerca de qué equipo terminaría más arriba en el Campeonato de Fórmula 1: Virgin Racing o Lotus Racing. Virgin Racing, propiedad de Branson, acabó por debajo, y el magnate tuvo que admitir la derrota, a consecuencia de la cual Fernandes le pidió que llevara a cabo las tareas de los auxiliares de vuelo durante uno de los traslados entre Perth y Kuala Lumpur, lo que ocurrió finalmente ayer. Las ganancias del vuelo, de carácter benéfico, serán destinadas al fondo de niños Starlight.

El CEO de AirAsia, Tan Sri (algo así como "el honorable" en Malasia) Tony Fernandes, certifica que Branson tiene buena pierna. Branson declaró luego: "We're having a good laugh," ... "I think I've honored my side of the bet and I'm delighted Tony's reciprocated by going to space and we've raised lots of money for charity, so we've had a fun day."

Richard Branson es la 255.ª persona más rica del mundo y el cuarto más acaudalado del Reino Unido, de acuerdo con la revista «Forbes». Se le atribuye un patrimonio neto estimado de unos 4,000 millones de dólares.

Tras casi seis horas de vuelo, Fernandes declaró entre risas que, como azafata, Branson era «basura» (When asked to comment on Branson's performance as a flight attendant, Fernandes jokingly described him as "rubbish"), y que si él trabajara en su compañía, lo habría despedido sin contemplaciones. (New Strait Times / ABC / El Mundo - Esta nota fue editada originalmente por Mari Tere Menéndez Monforte)

Entrada triunfal de Branson, el mogul de Virgin Group, al aeropuerto, para trabajar. El multimillonario destaca por su creatividad: diseñó un sistema para ligar sin disimulo en sus aviones.

El sistema funciona más o menos así. Los pasajeros que hayan visto algún compañer@ de viaje de su interés pueden ver cuál es su asiento, y, mediante una pantalla situada en el respaldo, invitarl@ a una copa. Hasta ese momento son dos desconocidos, pero el gesto de que alguien de la fila 14 quiera hacerle un guiño tan evidente a otra persona de la fila 21 puede ser el comienzo de una historia de amor.

Virgin, la compañía del magnate Richard Branson, lo presenta como una forma más de entretenimiento en sus aviones (por ahora solo funciona en Estados Unidos). En la imagen, la depilación a que se sometió Sir Richard.

Branson con la bandeja de bebidas.

El gran jefe de Virgin sirve la bandeja a Tony Fernandes.

Branson cría a Fernandes. «No soy un hombre de apuestas (estamos viendo que sí es un hombre de apuestas), pero estoy seguro que las probabilidades de bajar del avión con un plus son del 50 por ciento», dice Sir Richard sobre su plan de ligue en vuelo.

Cuando Richard Branson fue nombrado el año pasado sir o caballero, muchas personas pensaron que ese honor le había llegado un poco tarde. Hubo otros, sin embargo, que creyeron que le había llegado demasiado pronto.