martes, 3 de septiembre de 2013

septiembre 03, 2013
Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1298 / 4-IX-13

Arrinconado en Los Pinos, el titular del Ejecutivo federal rindió el Mensaje con motivo del I Informe de Gobierno en la explanada Francisco Madero, en “una carpa de feria ganadera” (Jorge Castañeda dixit), con una narrativa y estilo oratorio para obtener “carretadas de aplausos”, como anticipó un locutor del Canal 13, pero sobre todo para despejar el camino que lo conduzca a recuperar la iniciativa política que en semanas recientes se vio seriamente afectada por el vigoroso y provocador movimiento magisterial, la que le resulta indispensable para lo que resta del año. El secretario de Gobernación empleó 10 minutos para entregar el documento presidencial al Congreso.


“Tenemos 120 días para que 2013 sea recordado como un año de grandes transformaciones, un año en el que México se atrevió a despegar”, subrayó Enrique Peña ante sus exclusivos invitados, entre los que no se encontraba Jesús Zambrano y quien, por el contrario, dijo que “se trató de una ceremonia fuera de las instituciones que sólo sirvió para la autoadulación, pero aclaró que no implica la ruptura del Pacto por México”, (¡Por supuesto!), el “principal mecanismo de conciliación y gobernabilidad”, para el consejero Francisco Guerrero.

El juicio sobre la adulación (elogio en boca propia es vituperio), lo compartieron tanto perredistas como panistas, dirigentes de Morena y otros. En el caso del informante llama la atención la insistencia en hablar de sí mismo como el presidente de la república, que por supuesto lo es y no tiene que subrayarlo cada 30 minutos, como sí tenía una enorme necesidad el autor intelectual del “Haiga sido como haiga sido”.

Cuatro meses en los que Peña Nieto jugará todas sus cartas de convencimiento, propaganda, cooptación y uso de la fuerza, para materializar legislativamente su tesis central: “México está en una gran oportunidad de tener cambios estructurales de fondo para aprovechar sus riquezas y amplio potencial”. Días en los que batallará para demostrar que “Juntos podemos romper las ataduras que nos han impedido avanzar a la velocidad que lo han hecho ya otras naciones. Confiemos en nuestro potencial, seamos audaces y atrevámonos a dar un gran salto en nuestro desarrollo”, convocó.

“Ataduras” y “saltos” que pasan por una mayor apertura de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad a la inversión privada trasnacional y mexicana, para que los consumidores paguen menos por el gas y la luz, sin que expliquen por qué incrementan las tarifas a pesar de que el 40 por ciento de la energía eléctrica ya la producen particulares del extranjero y de México. Las promesas del salinismo y sus continuadores (1988-¿2018?) están en las mentes y en particular en los bolsillos de las mayorías. También pasan por una reforma fiscal que difícilmente podrá gravar más a los mismos de siempre, cuando la desaceleración económica está a la orden del día.

Para el mexiquense de Atlacomulco “Éste es el momento de emprender grandes transformaciones”. Y como su antecesor al que aplaudió y elogió en público, está concentrado en el mediano y largo plazos, subestimando las agobiantes necesidades del aquí y ahora en materia de empleo, salario, costo de la vida, inversión productiva, fuga de capitales, secuestros y extorsión.

Menos de 120 días si tomamos en cuenta el gigantesco puente de Guadalupe-Reyes, salvo que las fiestas estén previstas para imponer a “las minorías”, que fuera del Congreso son mayorías por lo menos en cuanto a la reforma fiscal y energética, las audacias presidenciales que sortearon bien, hay que reconocerlo, lo que denominé “fin de semana de pronóstico reservado”, salvo los incidentes violentos de vándalos que se dicen “anarquistas”.

Acuse de recibo

Mientras Gustavo Cortés Campa respeta que este espacio no es para que los lectores polemicen entre sí, le comparto sólo parte de lo que publicaremos en Forum en Línea: “Entiendo muy poco del señor Sandoval. Parece que me encarga dar a conocer ‘a los verdaderos culpables’ de los bloqueos urbanos que generan desgracias como la muerte de un ciudadano en el Centro Histórico (...) No son culpables los pelafustanes con plaza de maestro, sino ‘los líderes’. Pues ahí están los líderes (...) Y no parece del todo buen gusto, en Ancira, hacer chistes malos (...) no veo ninguna ‘defensa de la patria’ que haya causado la muerte de un mexicano, sino algo totalmente diferente y nada, en absoluto edificante. Y parece que propone la herencia de plaza como el mejor método para mejorar la educación ¿Como la tómbola para acceder a la UACM?”... Y Soledad Cervantes agrega: “Como te platiqué, en donde vivo una señora de dudosa filiación andaba esparciendo el rumor de que ‘los de la CNTE’ andan parando los trenes del metro, jalando la palanca de emergencia. Al rato los van a acusar de comerse crudos a los niños en salsa de huitlacoche. En última instancia un PRI-gobierno que no respeta los acuerdos formales a que ha llegado con los maestros para respetar sus derechos humanos laborales, es el culpable de fondo”.