miércoles, 5 de octubre de 2016

octubre 05, 2016
WASHINGTON D.C., 5 de octubre.- Cinco años después de la muerte de Steve Jobs, el gigante informático estadounidense Apple ha seguido creciendo, e incluso, ha multiplicado sus ganancias, pero sin su visionario líder su futuro continúa siendo una incertidumbre.

Desde el punto de vista financiero, la manzana no se puede quejar: su beneficio neto alcanzó los 47.200 millones de euros (53.000 millones de dólares) en el ejercicio que cerró a finales de septiembre de 2015 y su volumen de negocios fue de 210.000 millones de euros (234.000 millones de dólares). Esas cifras se multiplicaron desde el último año del reinado de Jobs, cofundador de Apple, fallecido por un cáncer de páncreas el 5 de octubre de 2011.

Su capitalización bursátil, de un poco más de 535.000 millones de euros (600.000 millones de dólares), ya no es igual a la de 2015, cuando estaba en la cima, pero sigue representando más del doble del valor de 2011.

Con estas cifras, Apple sigue siendo la número uno por delante de Alphabet, la empresa matriz del gigante de Internet Google.

Sin embargo, algunos analistas se preguntan si Apple, que revolucionó la telefonía móvil con su iPhone en 2007 y un gran ecosistema de aplicaciones, no está perdiendo velocidad.


"Es muy difícil mantener el ciclo de innovación cuando se ha desarrollado un producto exitoso", comentó Jack Gold, analista de J. Gold Associates.

"Con cada nueva creación que funciona, se hace cada vez más difícil. La pregunta persiste: '¿Cuál será la próxima revolución?' , y no es una obviedad decir cuál será", añadió.

Vivek Wadhwa, profesor de la universidad de Carnegie Mellon y ex empresario en Silicon Valley, considera que Apple vive de sus inventos pasados y no tiene mucha cosa nueva para aportar.

"No hemos visto innovaciones considerables de Apple" desde el fin de la era Jobs, indicó. El último iPhone 7 "lo venden bien pero sigue siendo el mismo aparato", destacó.
Necesidad de un 'visionario loco'

Apple se desarrolló en servicios como la música en línea y los pagos móviles. Además, tiene grandes ambiciones en cuanto a realidad virtual y vehículos autónomos. Pero la mayor parte de sus ingresos todavía proviene de iPhone.

"No han determinado lo que quieren proponer", lamentó Vivek Wadhwa. "Si quisieran un automóvil Apple, debería haber salido ahora, para competir con Tesla", el fabricante de vehículos eléctricos del multimillonario Elon Musk.

El actual director general de Apple, Tim Cook, fue felicitado por su actuación en Apple, pero nadie ve en él el mismo tipo de dirigente que su ilustre predecesor.

"Tim Cook es un tipo que se ocupa de lo operativo, es muy bueno para obtener la cadena de proveedores con el fin de producir cosas", resumió Jan Dawson de Jackdaw Research. "Conoce sus limitaciones. Sabe que no es el presentador más carismático. Sabe que no es Steve Jobs".

El analista destacó de todas formas que Apple duplicó sus gastos en investigación y desarrollo desde que Cook tomó las riendas. "Mantiene un cierto nivel de precios y una experiencia de alta gama, y eso no ha cambiado entre Steve Jobs y Tim Cook".
Capacidad de perfección

El éxito de Apple no se debe al hecho de haber sido pionero en una parte del mercado, sino por su capacidad de mejorar y perfeccionar productos.

"No fueron los primeros en fabricar un lector (de música) MP3, un smartphone o una tableta", añadió. "Apple espera su momento y cuando puede hacer una contribución importante a una categoría (de producto), se lanza y mejora la experiencia".

Dada la saturación del mercado de los smartphones y una competencia cada vez más agresiva, es difícil determinar si Apple estaría en una posición diferente si Steve Jobs estuviera vivo, según el analista.

Para Vivek Wadhwa, Tim Cook dejó pasar oportunidades de "reinventar" el grupo. "La gente ha demostrado mucha paciencia porque todos queremos a Apple".

"Necesitamos un visionario loco para dirigir la empresa", concluyó. (AFP)