jueves, 26 de marzo de 2015

marzo 26, 2015
MADRID, España, 26 de marzo.- La investigación del accidente del avión de Germanwings que se estrelló con 144 viajeros en los Alpes franceses ha dado este jueves un giro brutal. Según el fiscal francés Brice Robin, el copiloto "voluntariamente permitió una pérdida de altitud anormal, de mil metros por minuto, y no tenía ninguna razón para hacerlo ni para impedir que el piloto volviera a cabina ni para no responder a la torre de control".

El copiloto se llamaba Andreas Lubitz, de 28 años de edad, según ha afirmado Robin, mientras que una portavoz de Lufthansa ha confirmado que este trabajaba para Germanwings desde septiembre de 2013. Se había formado en la escuela de Lufthansa en la ciudad de Bremen y acumulaba 630 horas de vuelo.

Enlace a Andreas Lubitz tenía antecedentes de depresión. (Foto Facebook)

El perfil de Andreas Lubitz en Facebook ha sido borrado. Según publicó en septiembre de 2013 la revista Aviation Business Gazette, Andreas Günter Lubitz fue incluido en esas fechas en la base de datos de la Federal Aviation Administration (FAA) en reconocimiento a la excelencia de su formación.


Varios medios alemanes afirman que era originario de la población de Montabaur (unos 13.000 habitantes), en la región de Renania-Palatinado. Según la alcaldesa de esa localidad, Gabriele Wieland, vivía en el pueblo en casa de sus padres, aunque también tenía vivienda en la ciudad de Düsseldorf, donde debía aterrizar el avión siniestrado.

Germanwings, en su cuenta de Twiter, se declara "conmocionada" por las revelaciones en torno al copiloto de su compañía. Por su parte, el presidente ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, ha afirmado en una rueda de prensa en el aeropuerto de Colonia que Lubitz terminó su formación en 2008 y que su actitud era "impecable". Trabajó primero como auxiliar, ha explicado Spohr, que también ha revelado que hubo un paréntesis en su formación hace seis años, por lo que el piloto fue examinado de nuevo cuando retomó la actividad.

Lubitz era socio de un club de vuelo de su localidad, según han adelantado varios medios. El LSC Westerwald colgó en su página web una nota de pésame tras el accidente en la que destaca que el copiloto era miembro de la organización desde hacía años. "Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea", anuncia la nota. El club explica que Lubitz comenzó como piloto de planeadores, de vuelo sin motor, y se formó hasta ponerse a los mandos de un Airbus. "Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida", añadía el club.

En declaraciones a Reuters, un miembro del club ha manifestado que todos los pilotos pasan controles periódicos para comprobar que están bien física y mentalmente. Ha calificado de "inimaginable" la posibilidad de que Lubitz estrellara el avión y ha pedido que no se saquen conclusiones precipitadas hasta que concluya la investigación.

La familia del copiloto se ha trasladado al pueblo francés de Seyne-les-Alpes, desde donde se dirige el rescate de los cuerpos de las víctimas y de los restos del avión. Los familiares de la tripulación del aparato no están junto a los de los pasajeros fallecidos.

La policía se ha apostado junto a la vivienda de la familia Lubitz en Montabaur tras conocerse la identidad del copiloto.

En relación con las revelaciones de la fiscalía francesa, Der Spiegel informa de que el comandante abandonó la cabina para ir al baño. El fiscal francés ha explicado que al intentar regresar, la puerta estaba bloqueada y se escuchan "llamadas del comandante, por el interfono, identificándose, pero sin recibir respuesta del copiloto". "Su respiración, en apariencia al menos es una respiración normal", ha añadido antes de afirmar que "nada permite decir que se trata de un atentado terrorista".

Según informa la emisora francesa Radio Europe 1, el piloto, que se quedó fuera de la cabina antes del siniestro, volaba para Lufthansa y Germanwings desde hacía 10 años y era, por tanto, un profesional experimentado con más de 6.000 horas de vuelo.

El periódico alemán Bild, que adelantó también el nombre del copiloto y la inicial de su apellido, afirma que el comandante del avión se llamaba Patrick S. y que era padre de dos hijos. Un piloto ya jubilado que le conocía ha confirmado que era un profesional "muy experimentado, uno de los mejores". "Estoy convencido que ambos [el piloto y el copiloto] hicieron lo que pudieron", ha manifestado este hombre, que ha descrito a Patrick S. como "un buen padre" y "una persona con humor".

La fiscalía alemana confirmó esta mañana que uno de los pilotos estaba fuera de la cabina en el momento del accidente y no logró volver a entrar pese a golpear la puerta con insistencia, según había publicado The New York Times esta noche en su página web. (El País)