jueves, 26 de marzo de 2015

marzo 26, 2015
Antonio Plascencia Gómez*

La elección de Eduardo Medina Mora como Ministro de la Suprema Corte y la ratificación de Ariel Aldecua Kuk como Fiscal General del Estado de Yucatán son un mensaje más que los partidos políticos nos dan a los ciudadanos en el sentido que no oyen lo que queremos. Al senado entraron 51,000 firmas solicitando que no eligieran a Medina Mora como magistrado; se le imputan violaciones graves a los derechos humanos en casos como "el Michoacanazo" en la agresión a los ejidatarios de Atenco, en haber metido a Jacinta a la cárcel por haber secuestrado -ella- a AFI´s, por descongelar 73 MDD a Raúl salinas y en el haber avalado que Estados Unidos pusiera en marcha el operativo conocido como Rápido y Furioso. Sin embargo fue elegido -y por 15 años- con 83 votos del PRI, PVEM y PAN, en la discusión hubieron senadores que argumentaron su voto en contra - Dolores Padierna, Layda Sansores- pero ninguno argumentó a favor. Curioso. 

A Ariel Aldecua Kuk lo ratificaron por mayoría 19 de 24 diputados con los que -gracias al PRI- cuenta hoy el congreso del Estado, con los votos de las bancadas del PRI, PVEM y PRD más los de los panistas Sofía Castro Romero y Giovany Canto Gómez (suplente de Mauricio Vila Dosal). Ni siquiera oyeron que ofrecía Ariel Aldecua, no compareció (así es la ley estatal), Sofía Castro confió en que -ahora si- "el nuevo fiscal rinda buenas cuentas y garantice al pueblo una verdadera y expedita procuración de justicia". De nuevo depositando confianza en un cenote sin fondo, ¿Qué no conoce la diputada panista la actuación de los dos últimos fiscales, Rivas y Cabrera? Aldecua es amigo del gobernador, se le reconoce haber hecho del entonces IPEPAC en el 2010 un satélite del gobierno del estado, se le imputa haber colocado a - al menos- 15 personas en direcciones claves con cara a los comicios de ese año. En el 2010, una priista noble y notable Angélica Araujo gana -después de 20 años de administraciones panistas- la alcaldía de Mérida y el PRI se hace de 13 de 15 distritos uninominales. 

Realmente se han esmerado en poner en la mente del ciudadano mexicano un tipo "argentinazo" de 2001 cuando ese país entero se volcó a las calles con el lema "que se vayan todos" generando la renuncia de De la Rua. No son escenarios para nada parecidos, la crisis allá fue económica acá es política. Ningún partido se salva de poseer grados de corrupción e impunidad, ninguno, vemos que a mayor grado de guerra sucia los ciudadanos se alejan más de las urnas, ¿Por qué? Porque hay un mantra en el aire que está volando encima de nuestras cabezas que dice que todos son iguales. Las intermedias no han sido nunca elecciones concurridas (apenas vota como promedio el 40% del padrón) y aunado a estos factores que ha traído la "democratización de la corrupción" como le llamo Luis Carlos Ugalde son alicientes para la abstención. 

En México el monstruo de la corrupción e impunidad (que es uno mismo) se ha fortalecido porque ahora la complicidad entre partidos políticos se ha arraigado como un mecanismo de protección mutua: “Yo no te señalo la cola larga porque la mía está creciendo”. Hemos creado leyes para combatir la corrupción pero no las cumplimos. Combatir la corrupción requiere romper el círculo vicioso -el origen que ocasiona la enfermedad-. En medicina usamos antimicrobianos ante una septicemia (que es el pilar del tratamiento) pero también antipireticos (paliativos) antes del choque séptico y la muerte. 

Hacer lo que Castro y Canto hicieron siempre ha resultado ocioso y criticable, ¿Cómo perdonar setenta veces siete?, Solo Jesús y a sus hermanos. ¿Cómo volver a confiar?. Imposible si el origen, la cabeza o el microbio siguen perteneciendo al cuerpo, irnos directamente a la cabeza de ese monstruo -en orden o no- de manera frontal, directa, altiva, gallarda y majestuosa es apenas el inicio del camino más rápido para acabar con él, y México tiene prisa, lo saben los Tekaxeños y Ticuleños. Yucatán, puede dar el ejemplo.

*politologoblasto y dermatólogo
dontol@hotmail.com
@antonioplascen