miércoles, 30 de octubre de 2013

octubre 30, 2013
MÉRIDA, Yucatán, 30 de octubre.- A pesar de que personal del Ayuntamiento de Mérida actualmente pinta el arco de entrada y la antigua Casa Principal de la Hacienda San Antonio X-Coholté, es evidente el abandono en el que se encuentra actualmente el Cementerio General de Mérida.

Fotos: JMRM

Mausoleos en ruinas, tumbas sin lápidas (o bien, lápidas despedazadas), osarios destrozados y grandes cantidades de maleza son algunas de las señales del descuido y desinterés por preservar el patrimonio de los yucatecos y la historia de sus familias.

Uno de muchos ejemplos es la lápida de Graciana Díaz Acosta de Irigoyen, que se encuentra fragmentada en cuatro pedazos a pocos metros del Mausoleo de la Familia Casellas (#47). La lápida está justo detrás del de Don Faustino Escalante:

Tumba de Graciana Díaz de Irigoyen.

A continuación, incluimos una pequeña selección de fotos que ilustran el abandono del panteón más importante de la ciudad: 

Mausoleo donde se encuentra la tumba del gobernador Álvaro Torre Díaz y su esposa, Mercedes Palma

El público no podrá saber a qué familia pertenece este mausoleo.

Tumba en ruinas y con maleza, sin una sola lápida a la vista.

Otra tumba despedazada y sin lápida.

(JMRM)

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