lunes, 2 de febrero de 2015

febrero 02, 2015
Los verdaderos universitarios

Se quedaron cortos quienes califican al rector Williams como cínico, incompetente y desvergonzado, o CID universitario como certeramente le han apodado, pues en la UADY hay muchos más. En este comunicado comentaremos particularmente sobre otros dos CID: Manuel Escoffié Aguilar y Renán Solís Sánchez, Director General de Finanzas y Administración y Abogado General, respectivamente, de esa casa de estudios.

Renán Solís Sánchez, Abogado General de la UADY (fotos: JMRM)

Escoffié y Solís son cínicos. Por un lado dicen que son respetuosos de la AUTAMUADY, pero por otro menosprecian a los integrantes de este sindicato. Su última trastada, presentaron primero una nueva propuesta a los medios y luego lo harían al sindicato. De hecho, un reportero les preguntó: “No es una falta de respeto que primero presenten esta propuesta a la prensa y luego a la Autamuady? “No es importante el orden. Quisimos darlo a conocer primero a los medios porque queremos salir mejor librados de esta huelga”, dijo Solís Sánchez” (Diario de Yucatán, 31 de enero de 2015). Pero qué cinismo del abogado general, ahora resulta que no importa el orden, ¿pues quiénes están en huelga, los medios? Por otra parte, ¿a qué se refiere con “queremos salir mejor librados de esta huelga?” También con cinismo dijo: “Hay mucha desinformación, hasta han dicho que nos escondemos de los medios y la verdad hemos cancelado nuestras actividades para dedicarnos a atender este conflicto”. Para la comunidad de la UADY y la sociedad en general la desinformación es sólo imputable a la UADY y sus autoridades, pues en los últimos 16 años se han caracterizado por la falta de transparencia, particularmente en cómo se (mal) administran los recursos financieros. Y respecto a haber cancelado sus actividades para atender el conflicto, seguramente se refería a que tanto él como Escoffié tuvieron que desatender sus despachos particulares, pues desde que los nombraron en la administración del rector Dájer hace más de ocho años han estado más pendientes de sus asuntos privados que de la propia UADY. No es de extrañar que por cuidar lo propio cometan tantas burradas en la UADY. Con todo cinismo han incumplido lo establecido en el Estatuto General de la UADY, en su artículo 56: “Los Directores Generales a que se refiere el artículo anterior deberán dedicar tiempo completo a la atención de su dependencia”. Este artículo también aplica al Abogado General, según se señala en dicho Estatuto. Cínicos, pues a sus ya abultados salarios, de más de 130 mil pesos mensuales, su falta de compromiso, la permisividad de sus jefes (Dájer y Williams) y su avaricia desmedida les permite lograr exorbitantes ganancias, inclusive más altas que el insultante salario del rector. Tanbién Escoffié y Solís cínicamente aplican la ley del embudo: Grandes salarios y ganancias para ellos y migajas para la AUTAMUADY.

Escoffié y Solís son incompetentes. La incompetencia de estos dos  individuos fue notoria durante los ocho años de la administración de Dájer, pero se ha magnificado en las últimas semanas, particularmente por el mal manejo de la huelga en la UADY. Primero, “apostaron a que la huelga no estallaría” (así dicen ellos), … pero les estalló. Luego solicitaron que los trabajadores de la AUTAMUADY acudieran a una votación a la Junta de Conciliación y Arbitraje, donde por cierto les dieron trato peor que a animales, pues según ellos tan solo unos cuantos revoltosos querían la huelga. Y se quedaron con un palmo de narices, pues en un acto de valor, civilidad y congruencia, que muchos otros deberían seguir (no les da vergüenza, miembros de APAUADY), les  respondieron con una afluencia casi total y con un rotundo resultado de más del 95% a favor de la huelga. Y qué decir de los argumentos y causales invocados en la solicitud de amparo, uno tras otro se los han estado refutando; aunque cínicamente el abogado dijo respecto a esto: “… la Junta de Conciliación no lo valoró ni estudió”, reiteró. “Hay quien piensa que promovimos en forma prematura la declaración de existencia, …”, reconociendo así una vez más su incompetencia. Tampoco les funcionó azuzar a unos cuantos estudiantes, qué coincidencia, de la Facultad de Derecho para que promovieran amparos; éstos también ya han sido desechados por los tribunales federales. Con relación al manejo de las diversas propuestas de incrementos, también han evidenciado su incompetencia y no han logrado el más mínimo avance en la mesa de diálogo, ¿o será monólogo? La falta de credibilidad e incompetencia de estos dos individuos ha trascendido más allá de la UADY, como lo reconoce Martiniano Alcocer en su editorial de hoy lunes 2 de febrero (Milenio, Novedades): “No sé quién asesora al rector Williams, pero creo que lo está haciendo muy mal”. Y le regala una asesoría a Williams: “Busque asesores más competentes también, sobre todo en el trato a “los medios”. Algo de relaciones públicas tampoco le vendría mal”.

Escoffié y Solís son desvergonzados. El 26 de noviembre de 2012 el rector Dájer emitió el Acuerdo Número Trece, donde se estableció:

Manuel Escoffié Aguilar, Director General de Administración y Finanzas.

PRIMERO.- Se faculta a la Dirección General de Administración y Desarrollo de Personal a revisar y analizar la situación laboral del personal académico con nombramiento definitivo que cuente con treinta años o más de servicios y hubiera desempeñado durante quince años o más funciones administrativas, a fin de asignarles la categoría y nivel administrativos que pudieran ser equiparables a las funciones y responsabilidades que han desempeñado durante esos quince o mas años de su vida laboral. La revisión y análisis se realizará siempre que exista solicitud por escrito del interesado”.

En términos simples esto quiere decir que se faculta a Escoffié, titular de esa Dirección, a asignar a quien hubiera desempeñado durante quince años o más funciones administrativas la categoría y nivel administrativo que se le ocurrió a Dájer. Una categoría que les permitirá recibir un salario mayor al de Profesor Titular “C”, en más de 6 mil pesos mensuales que el considerado para esta categoría y nivel. Pues resulta que los primeros beneficiados con esa recategorización son Dájer, Escoffié, Solís, Pérez Alayón, entre otros, la cual hicieron en lo oscurito a finales del año pasado. La desvergüenza de esos individuos no tiene parangón, les vale un cacahuate que los académicos tengan que esforzarse realizando las cuatro funciones fundamentales: docencia, investigación, gestión y tutoría, durante años y además que éstas tengan que ser evaluadas por pares para poder aspirar a mejorar de categoría y nivel; a la mayoría de los académicos les lleva toda una vida. ¡Qué clase de injusticias se cometen en la UADY! Lo más triste es que provienen de quienes deberían ser ejemplo intachable, no sólo para los universitarios sino para toda la sociedad. ¡Pobre UADY, en manos de quiénes ha caído!

No cabe duda, Williams es cínico, incompetente y desvergonzado, un verdadero CID universitario, pero Escoffié y Solís son copias perfectas de él: cínicos, incompetentes y desvergonzados.