lunes, 28 de diciembre de 2015

diciembre 28, 2015
Bajo Reserva Exprés y Bajo Reserva / Periodistas El Universal


La contienda por la candidatura del PRI al gobierno de Quintana Roo está que arde. El subsecretario de Turismo, Carlos Joaquín González, anuncia hoy su renuncia oficial al cargo para buscar la ansiada posición y competir en las elecciones de 2016.

Nos comentan que don Carlos formaliza este lunes su intención de contender por la gubernatura del estado de Quintana Roo, enfundado en primera instancia en los colores del Partido Revolucionario Institucional.

El ahora ex funcionario cedió hace seis años la candidatura del PRI al actual gobernador Roberto Borge, pero en esta ocasión, nos aseguran, está dispuesto a pelearla.

El dato en este jaloneo entre priístas es que Borge no apoya a don Carlos, quien es medio hermano del secretario de Energía y ex gobernador de Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell.

Y el ingrediente es han llegado hasta el escritorio del que pronto será ex subsecretario de Turismo propuestas para contender bajo otras banderas políticas, como por ejemplo la del PRD y el PVEM, las cuales podrían convertirse también en una opción para el político, nos adelantan.

Nuño toca base en Los Pinos


La cercanía alcanzada por Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, con el presidente Enrique Peña Nieto es cada vez más sólida. Lejos de lo que se ha comentado en círculos políticos, Nuño es el integrante del gabinete que más contacto tiene con Los Pinos: prácticamente todos los días toca base para informar el curso de la reforma educativa, considerada clave en la actual administración. El plan de don Aurelio, nos comentan, es que antes de que termine el sexenio se sienten las bases para que el país pueda tener capital humano que enfrente la realidad del mercado interno y de la nueva situación internacional, altamente competitiva. La educación es la apuesta, nos hacen ver, y por esa razón hay una línea directa entre la SEP y la casa presidencial.

Necesaria, ley de uniformes

Desde hace una década agencias del orden de Estados Unidos identificaron el riesgo de que en México no exista una legislación y su respectiva reglamentación a nivel nacional sobre el uso de uniformes e insignias. Tal situación, nos comentan, ha derivado en que grupos de la delincuencia organizada y otros armados utilicen uniformes camuflados y que la población los relacione con elementos de las fuerzas federales. Por si fuera poco, las corporaciones policiacas estatales también usan uniformes similares, lo que también genera confusión entre la población. El comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, tendría que tomar cartas en el asunto, nos dicen.

Problemas con coyotes

Mucho desgaste registran en el Consejo de la Judicatura Federal por la cantidad de amparos que promueven abogados y coyotes para sacar de El Torito a los automovilistas que rebasan los límites de alcoholemia. Nos dan a conocer que un juzgado administrativo hace guardia cada fin semana para atender hasta 150 casos de conductores ebrios, lo que representa desveladas y jornadas extenuantes de trabajo para los empleados del Poder Judicial de la Federación. Pero más allá de que sea una obligación de los juzgados, se preguntan en qué momento la Secretaría de Gobierno del DF, a cargo de Patricia Mercado, pondrá un alto a los coyotes que se llevan ganancias millonarias con los amparos.

¿Amor y paz en los políticos?

Tal parece que las celebraciones de fin de año no traen armonía a la clase política y es cuestión de ver el agarrón que se dieron en la red social Twitter el consejero del Instituto Nacional Electoral, Marco Antonio Baños, y el ex presidente de la desaparecida Comisión Federal de Comunicaciones, Mony de Swaan. El pleito fue la mismísima Noche Buena y se acusaron de faltar a la verdad, en pocas palabras de mentirosos. El domingo tocó el turno al ex presidente Felipe Calderón y al ex diputado federal Gerardo Fernández Noroña, quien presumió en redes sociales sus fotos navideñas en un viaje a Argentina. De hipócritas y espurios no se bajaron. ¡Felices fiestas, señores!