jueves, 13 de julio de 2017

julio 13, 2017
La renuncia de Juan de Dios confirmada

Observatorio Jurídico

Libertad de Expresión tenía razón.

Juan de Dios Pérez Alayón renunció a su cargo en la UADY. En una nota breve, este medio de comunicación adelantaba que uno de los principales operadores de Williams y hasta la fecha de su renuncia un posible candidato a Rector ha renunciado. Ante Ustedes su carta de renuncia.

Sin embargo, aunque escueta, es muy ilustrativa que la presentó en varios lugares, uno de ellos innecesario ¿Por qué la presentó ante el abogado general de la UADY y ante el rector? ¿Por qué la llevaría a esa oficina, cuando con presentarla a recursos humanos sería suficiente? Esto significa que se trata de un movimiento que se venía maquilando desde días antes y en los que Williams y Renán notificados ya le tenían conocimiento previo de la salida de Juan de Dios. Su renuncia ya estaba maquilada.

Presunta carta de renuncia en la UAD.

Esto implica una serie de reacomodos en la UADY, en primer lugar, el quien queda ahora como delfín de Williams. La lista se reduce: en primer lugar, Carlos Estrada, quien se encuentra de perfil bajo después de su “masivo error” de la prepa 3 (si, aquella en la que no admitió a los más aptos) y en la que los papás le protestaron, pero en cuya coordinación se encuentran personas que lo arrastran a él y están llevando a la UADY a decaer en los niveles educativos como Javier Becerril, bajo cuya administración en posgrado han desaparecido cuerpos académicos y solo unos allegados reciben apoyos para sus investigaciones.

El otro es el abogado general de la UADY, quien sigue de capa caída solapando día a día centros de investigación inexistentes, lucrando con los contratos de los académicos, como el que haya solapado que en la Facultad de Derecho de la UADY, se hayan dejado ir a 21 académicos entre ellos Socorro Guillermo Aguilar con 28 años de trabajo ininterrumpidos sin ningún peso. Personaje que en cuya coordinación nunca han podido obtener la escritura de la Facultad de Arquitectura y ni les ha preocupado nunca.

Libertad de Expresión tenía razón…

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