jueves, 19 de enero de 2017

enero 19, 2017
MÉRIDA, Yucatán, 19 de enero.- El presidente del Colegio de Antropólogos de Yucatán, Rodrigo Llanes Salazar, manifestó que el Consejo de Cronistas de Mérida necesita una renovación. Dijo que los tres cronistas actuales son eruditos de la historia, cultura, literatura, gastronomía y conocedores de las costumbres de los meridanos.


Sin embargo, en su opinión, falta completar el número máximo de cinco, como lo establece el Reglamento para la Integración del Consejo de Cronistas, que data de hace 20 años. Es decir, habría que nombrar a dos nuevos cronistas para que desde sus conocimientos más diversos cuenten el acontecer actual de la capital yucateca.

El Consejo de Cronistas de Mérida está formado actualmente por Juan Francisco Peón Ancona, Jorge Álvarez Rendón y Gonzalo Navarrete Muñoz. El otro integrante era el padre José Camargo Sosa, ya fallecido.

“No se debe sustituir a ninguno de los tres cronistas actuales”, opinó el presidente del Colegio de Antropólogos de Yucatán, Rodrigo Llanes Salazar. “Más bien se debe ampliar a cinco miembros como lo establece el reglamento. Está bien ese número porque hay que tomar en cuenta que es un cargo honorario que, como todos saben, trabajas sin remuneración”.

De acuerdo con el académico e investigador lo importante es que esas dos vacantes las ocupen especialistas en historia con el más amplio perfil de lo que ocurre en la Mérida actual.

El consejo necesita una diversificación de conocimientos, que haya una mezcla de cronistas que saben mucho de la historia de Mérida a través de los siglos y de otros que tengan el conocimiento de lo que sucede actualmente con la transformación de la capital yucateca.

Este híbrido de historiadores sería una interesante composición, más plural en beneficio de la ciudad, dijo.

“Muchas veces es un punto de lo más interesantes, quizá ven al cronista como una figura conservadora porque conocen los valores, las costumbres y muchas veces legitima el poder, como ocurría en la época de los reyes de España, que servían para dar a conocer la historia, justificar las alianzas o narraban la importancia de las bodas reales. Pero no siempre ha sido así. Hay cronistas que denuncian injusticias, violaciones a los derechos humanos y actos de violencia”.

Llanes Salazar señaló que actualmente se narran historias muy valiosas, que incluso motivan investigaciones académicas, pero éstas se quedan en libros y los congresos. 

En cambio el cronista puede hacer narraciones más profundas, con gran riqueza literaria. Mérida es mucho más amplia ahora que sólo contar cosas del Centro Histórico o de las primeras colonias.