MÉRIDA, Yucatán, 19 de noviembre.- El primer informe del diputado panista Manuel Díaz Suárez, aspirante a la alcaldía de Mérida, acabó siendo una muestra de debilidad y aislamiento dentro de su propio partido.
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| Manuel Díaz momentos antes de su informe (foto: José Repetto) |
El legislador insistió en que no hubo acarreo para minimizar el hecho de que casi no fue nadie al evento y que había muchas sillas vacías.
Díaz hizo que su informe coincidiera con la inauguración de una pizzería junto al parque donde se realizó para que más gente lo oyera, sin embargo ni siquiera así logró llenar el evento.
Las primeras filas dejaron en evidencia el hecho de que no está cobijado por las figuras actualmente importantes del partido, con notorias y muy significativas ausencias.
¿Cómo puede esperar ser alcalde si ni a su informe van a verlo? se preguntan nuestras fuentes.
Díaz, nos señalan, se ha distanciado de Huacho Díaz, quien fuera su padrino. También se peleó con Raúl Paz, su coordinador de bancada, y ningún liderazgo mete las manos al fuego por él.
En las encuestas de medición su desempeño ha sido muy pobre, pues de los aspirantes a la alcaldía es el segundo en posición más baja y cuenta con un porcentaje de conocimiento mínimo, lo cual lo convierte en la mejor opción, pero para que el PRI recupere la presidencia municipal.
Internamente su estrategia también ha sido destructiva, pues se ha rodeado de gente que en lugar de actuar positivamente y trabajar para adelante vive aferrada a rencores y odios.
Varios integrantes de su equipo ya lo han abandonado al ver que es autoritario, tal parece ser el caso de Belizario Chalé, quien ni fue a su informe.
Henry Cetina, quien fuera su delfín para el Comité Municipal pero se bajara al perder todo el respaldo, estaría también a punto de dejarlo.
De cara a la renovación del Consejo su gente está muy débil y no se espera que gane posiciones, pues si algo demostró el evento de ayer es que no goza del respaldo de la militancia. (José Repetto)
