domingo, 15 de julio de 2018

julio 15, 2018
José Repetto

El domingo 1 de julio de 2018 fue un día que pasará a la historia por el retroceso innegable, posible muerte incluso, de nuestra joven democracia, apenas mayor de edad. Fue el día en el cual poco más de 30 millones de mexicanos cometieron un error imperdonable, atentando no sólo contra el bienestar de todos nosotros sino incluso contra el futuro de sus hijos y nietos.


No solamente ganó un candidato con más de 50 por ciento de los votos, como ocurre en sistemas dictatoriales y tiránicos, sino que, lo peor de todo, ese candidato es el ex priista ex perredista Andrés Manuel López Obrador. Por si fuera poco, además obtuvo la mayoría en el Congreso de la Unión, por lo cual podrá ningunear y pisotear a la oposición por al menos 3 años e incluso modificar la Constitución.

No importó que en 1996 azuzara a la gente para tomar instalaciones de PEMEX en su natal Tabasco, causando pérdidas millonarias; su irregular gestión como jefe de gobierno del Distrito Federal, marcada por escándalos como el segundo piso del Periférico, el justificar el linchamiento de una persona llamando imperdonablemente a "no meterse" con el "México profundo" y la corrupción de sus subordinados; que en 2006 y 2012 alegara haber sido víctima de fraude electoral sin una sola prueba y dividiera al país porque no se cumplió su capricho; que hiciera un plantón de varias semanas en una de las principales avenidas de la capital del país, llevando a varios negocios a la quiebra; que sus propuestas fueran netamente populistas, manifestación de su profunda ignorancia y nos acercaran más a países socialistas como Cuba o Venezuela y nos alejaran del primer mundo; su cercanía a la mafiosa CNTE, que se aliara con gente rechazada por el "PRIAN" al que tanto dijo oponerse; que propusiera dar "amnistía" a criminales y que, de la manera más vil y baja, Morena usara los recursos para apoyar a los damnificados del sismo del 19 de septiembre para financiar sus campañas ni su avanzada edad y deteriorada salud. 

López ganó capitalizando el resentimiento social y la ignorancia, usando un discurso hueco plagado de demagogia, mentiras y promesas populacheras pero de fondo insignificantes como vender el avión presidencial y eliminar las pensiones de los ex presidentes.

Tras su triunfo, en sólo 3 días, el gabinete de AMLO echó para atrás OCHO promesas de campaña del tabasqueño.

Él mismo admitió en una entrevista que una cosa es lo que se dice en la campaña y otra cosa gobernar. O sea, que le mintió a sus seguidores a quienes una vez cariñosamente denominó "solovinos" (perros).

Morena es un partido que inició a raíz del berrinche de López de no poder controlar el PRD y para asegurar su candidatura en este proceso. Empezó con gente ignorante y manipulable quienes como testigos de Jehová repartían casa por casa La Atalaya Lopezobradorista el periódico Regeneración, medio de difusión de la propaganda del partido, con la esperanza de que les tocara hueso, pero en este proceso electoral Morena, nombrado así para aprovechar el fanatismo en torno a la Virgen de Guadalupe "la Morenita", mutó para desplazar a sus fundadores y volverse un partido asquerosamente pragmático, refugio de ex priistas y ex panistas a los que sus institutos no les dieron hueso tomaron en cuenta.

Morena sin duda es la cuarta transformación, pero del PRI, y el auténtico PRIAN.

Mucho se habla de que el triunfo de AMLO fue histórico. Eso es innegable, mas es falaz usar el término "histórico" como sinónimo de "bueno" o "deseable".

Sí, fue histórico, así como fueron históricos eventos como el Holocausto y los ataques terroristas del 11 de septiembre.

La realidad es que mucha gente votó por el tabasqueño atraída por sus promesas asistencialistas de básicamente regalar dinero a lo loco. Es gente que cree que el Estado tiene la obligación de mantenerla a cambio de no hacer nada, que sueñan con dádivas. Lo que quieren es peor que el socialismo, es parasitismo.

Sólo daré dos ejemplos recientes -seguro nos brindará muchos más en los próximos meses- del autoritarismo dictatorial de AMLO: su rechazo a la propuesta de que el Fiscal General sea autónomo (debemos sentirnos contentos porque él -¿o debemos empezar a escribir "Él"?- va a elegir a alguien que considere "honesto" ¿cómo cuantificamos la "honestidad"?) y su plan de desaparecer las delegaciones de las dependencias federales y reemplazarlas con virreyes "coordinadores generales", figuras en la práctica paralelas a los gobernadores.

Esta última acción es especialmente alarmante pues, señalan analistas políticos, apunta a un regreso del centralismo y podría llegar a vulnerar la libertad y soberanía de los estados.

Es motivo de preocupación su clara cercanía y vínculos con el gobierno ruso, que busca expandir su influencia en este hemisferio interviniendo en los procesos electorales, tal como hicieron en EE.UU. en 2016, así como la cálida felicitación que recibió del dictador venezolano Nicolás Maduro, sucesor del tirano Hugo Chávez.

Es digna de comentar también, pues sin duda será un problema mayor estos años, la intolerancia y prepotencia de sus seguidores, comúnmente denominados "pejezombis", "chairos", "morenazis",  "morenacos", "perrada", etc. Tras 12 años de insultar al presidente en turno, negarse a reconocerlo como legítimo, atacarlo en lo personal, arremeter incluso contra sus esposas e hijos, estar automáticamente en contra de absolutamente todo lo que hagan, culparlos por cualquier cosa que suceda en el país aunque esté fuera de su control, etc. ahora tienen el cinismo de pedirnos que le "demos el beneficio de la duda" al tabasqueño, lo "dejemos trabajar" y encima tienen la sinvergüenza de "llamarnos a la unidad". ¿Alguna vez hubo unidad cuando su candidato perdió en 2006 y 2012? lo que hubo fue más de una década de berrinche permanente, manipulación mediática y venganza mezquina.

Para finalizar, y si tienen el estómago, vean los cartones de La Jornada del 2 de julio a la fecha y el asqueroso servilismo que éstos muestran al presidente electo. Y así es como un medio "de oposición" se convierte en un pasquín de propaganda gubernamental. Seguramente tendrán un jugoso patrocinio, mismo que perderán los medios nacionales que sí informaron con veracidad y tienen alcance, empezando diciembre. 

0 comentarios:

Publicar un comentario