sábado, 15 de abril de 2017

abril 15, 2017
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de abril de 2017.- Francisco Javier Zazueta Rosales, “El Pancho Chimal”, quien se fugó con otros cuatro del penal de Culiacán, fue abatido tras un enfrentamiento con marinos. La Secretaría de Marina-Armada de México, confirmó la información que dio a conocer el fallecimiento del jefe de escoltas de “Los Chapitos”.

A través de un comunicado, la Armada indicó que la confrontación ocurrió en inmediaciones del Municipio de Badiraguato, en Sinaloa.

Los marinos y autoridades estatales hallaron dos rifles calibre .223, uno de ellos con aditamento lanzagranadas, un rifle AK-47 conocido como “cuerno de chivo, dos cargadores abastecidos para fusil calibre .223 y siete cargadores abastecidos para AK-47, así como equipo táctico y equipo de radiocomunicación.

También encontraron decenas de cartuchos percutidos.

(YouTube)

La Fiscalía General inició una carpeta de investigación por estos hechos en la Unidad del Ministerio Público de lo Penal de Homicidios Dolosos Región Centro.

En coordinación con la delegación estatal de la Procuraduría General de la República, corroboró a través del Sistema Automático de Identificación de Huella Dactilar la identidad de Francisco Javier Zazueta Rosales.

El inmueble del Servicio Médico Forense (Semefo), Culiacán, fue resguardado por militares ante la presunción de que el cuerpo sea rescatado por integrantes de su célula.

El operativo en las inmediaciones de Badiraguato, Sinaloa. (El Universal)

“El Pancho Chimal” se fugó el 16 de marzo junto con Juan José Esparragoza Monzón, alias “El Azulito”; Alfonso Limón Sánchez, “El Limón”; Jesús Peña González, “El 20”; y Rafael Guadalupe Félix Núñez, “El Changuito Ántrax”.

Está acusado de haber comandado la emboscada a un convoy de militares el 30 de septiembre de 2016.

Asimismo, se le atribuye ser uno de los escoltas de Iván Archivaldo, hijo de “El Chapo” Guzmán.

¿Quién era?

Francisco Javier Zazueta Rosales, conocido como “Pancho Chimal”, fue escolta de lván Archivaldo, hermano de Alfredo Guzmán Salazar, “Los Chapitos”, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
"El Pancho" Chimal y "Los Chapitos".

Presuntamente a Ivancito le brindaba protección desde 2014, pero fuentes extraoficiales indican que Zazueta Rosales también fue jefe de seguridad de Ismael “El Mayo” Zambada.

Las autoridades federales lo identifican como líder de la célula que adquiere su apodo, “Los Chimales”, sicarios del Cártel de Sinaloa asentados en Culiacán, uno de los grupos más violentos.

Pancho Chimal está ligado a Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, hermano de “El Chapo”, y se le atribuye la serie de enfrentamientos y ejecuciones cometidas en el último mes en Navolato y Culiacán, Sinaloa.

El Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, informó el 11 de febrero, en la reunión del Grupo Seguridad Sinaloa, que los homicidios de los últimos enfrentamientos en Navolato y Culiacán se deben a la ausencia de “El Chapo” y el interés de liderar el Cártel.

Por ello, aseguró que se reforzaría la seguridad con tecnología, más tropas y reorganizar las tareas de combate al crimen organizado.

El martes 7 de febrero fueron asesinadas 11 personas en Culiacán y Navolato. Un convoy de la Armada fue atacado y el saldo del enfrentamiento fue de cinco presuntos delincuentes y un marino muertos.

Los últimos enfrentamientos han sido contra Los Damaso, liderados por Damaso López Núñez, alias “El licenciado”, y César Carrillo Leyva, “El Cesarín”, identificado como hijo de Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielo”s, quien fue líder del Cártel de Juárez, muerto en 1997 durante una cirugía plástica, según la versión oficial.

El Señor de los Cielos es de Navolato y los herederos del grupo criminal intentan arrebatar el control de la región al Cártel de Sinaloa.

El Ejército le atribuyó a “Pancho Chimal” el rescate de Julio Óscar Ortiz Vega, alias “El Kevin”, otro de Los Chimales, quien fue herido por soldados cuando atacó un puesto de operaciones del Ejército, en Badiraguato, el 30 de septiembre de 2016.

Para lograrlo, cometió la peor emboscada que se haya hecho contra las Fuerzas Armadas. Entre 40 y 60 sicarios atacaron con fusiles y granadas, además llevaban un Barret calibre .50. El convoy de dos vehículos del Ejército, en el que iban 17 soldados, y la ambulancia 67 de la Cruz Roja, fue interceptado cuando entraba a Culiacán.

El saldo fue de cinco militares muertos y 10 heridos, además del paramédico. (Reforma)