miércoles, 11 de febrero de 2015

febrero 11, 2015
MINSK, Bielorrusia, 11 de febrero.- Los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Petró Poroshenko, se han saludado con un breve apretón de manos este miércoles en Minsk, en la apertura de una crucial cumbre cuyo objetivo es lograr la paz en el este ucraniano, según han mostrado las imágenes de la televisión rusa.

Los dos líderes intercambiaron un breve apretón de manos luego que Poroshenko diera un paso adelante, con su cara hacia Putin, mientras se daba inicio a la reunión que cuenta también con la participación de la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, Francois Hollande. El sitio elegido es una habitación con imponentes columnas de mármol, dominada por un suntuoso ramo de flores en una mesa ovalada de diez metros de diámetro.


Hollande y Merkel han llegado la mañana del miércoles a la capital bielorrusa acompañados de sus ministros de Exteriores, el alemán Frank-Walter Steinmeier y el francés Laurent Fabius, poco después de que aterrizara el avión de Poroshenko. Por su parte, Putin arrivó al lugar una hora más tarde.

El presidente ucraniano ha dicho a su llegada que, o se detienen los combates con un alto al fuego, o la situación "estará fuera de control".

Es que el inicio de la cumbre de Minsk coincide con la agudización de los enfrentamientos bélicos -sobre todo en dos zonas de Donetsk-. En las últimas horas, más de una veintena personas han muerto en el este de Ucrania tras el recrudecimiento de las hostilidades entre las fuerzas leales a Kiev y los rebeldes prorrusos.


Objetivos de la cumbre de Minsk

La cumbre de Minsk, que reúne este miércoles a los líderes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia en un intento de buscar una solución duradera al conflicto en el este ucraniano, se perfila de resultado incierto por las posturas distantes de sus participantes.

De hecho, hasta el último momento, no se supo si los presidentes Putin, Poroshenko, Hollande y Merkel acudirían a la cita, debido a los bombardeos con misiles y ataques ocurridos durante la víspera en la zona de conflicto.

Representantes de las autoridades de Kiev y los separatistas prorrusos celebraron la noche del martes una nueva ronda de negociaciones sin que lograran acercar posturas sobre los puntos clave: un alto el fuego y la línea de separación de fuerzas.

Aunque la iniciativa de paz es franco-alemana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no se quiso quedar al margen y el martes telefoneó a Putin, para advertirle sobre las graves consecuencias para las relaciones entre Rusia y Occidente si la cumbre termina en fracaso.

Obama avisó a Putin de que Rusia pagará un alto precio si continúa "sus agresivas acciones en Ucrania, incluido el envío de tropas, armas y financiación en apoyo a los separatistas".

Todos están de acuerdo en que el objetivo primordial de la reunión es parar la guerra, ya que desde la reanudación de los combates a gran escala en la segunda semana de enero, han muerto centenares de civiles, en su mayoría en la región de Donetsk.

Ucrania amenaza con declarar la ley marcial

Ucrania ha amenazado este miércoles con declarar la ley marcial en todo el país si las milicias prorrusas continúan su ofensiva, horas antes de que arrancara la cumbre de Minsk, considerada la última oportunidad para la paz en el este ucraniano.

"Por desgracia, tenemos que estar preparados para dos variantes: para la paz y para defender el país", ha dicho el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, durante una reunión del Gobierno.

Poroshenko, quien hizo estas afirmaciones poco antes de partir con destino a la capital bielorrusa, aseguró que "no le temblará la mano" en imponer la ley marcial en todo el país "si las vergonzosas acciones del agresor conducen a una mayor escalada del conflicto".

"Estoy seguro de que el país será capaz de defenderse. Estamos a favor de la paz, pero, si hay que darles en los dientes, pues les daremos. Hay que defender nuestro país hasta el final", subrayó. (EFE)