MÉRIDA, Yucatán, 2 de febrero.- Una vez más, fue agredido un grupo de ciudadanos (3 mujeres y dos hombres) que se manifestaban en la vía pública. Ante la hiriente complicidad de las actuales autoridades con quienes les antecedieron, los ciudadanos aludidos se manifestaban respetuosa y libremente, mediante lonas impresas, sobre las banquetas, sin obstruir el tráfico vehicular ni impedir el paso de transeúntes.
Una vez más, fueron utilizados grupos de choque para impedir, de manera violenta, el libre ejercicio de libertades públicas y derechos ciudadanos.
Una vez más, la Secretaría de Seguridad Pública. (S.S.P.) incurrió en COMPLICIDAD por omisión, permitiendo flagrantemente se llevase a cabo la agresión y el despojo, protegiendo también la huida de los agresores materiales.
Llamar al Gobernador para que se investiguen los hechos y se castigue a los culpables sería caer en el juego de las simulaciones que priva en Yucatán y que día con día ofrece pasajes ignominiosos. Las instituciones que debieran garantizar justicia, combatir la corrupción e impedir la impunidad, en Yucatán, simple y sencillamente no funcionan, subordinadas que están a los intereses facciosos.
El momento que se vive en Yucatán es grave: o la sociedad permite que se eche atrás el ejercicio de derechos y libertades que, por años y con inmensas dificultades se pudo consolidar, o damos un paso más, en firme, para que políticos y gobernantes, de todos los signos y colores, acaten la ley y sirvan a la sociedad a la que se deben.La represión que se hace contra unos, se hace contra todos. O estamos decididos y nos unimos, o dejamos que violen nuestros derechos estando dispersos y aislados.
La experiencia de otras ciudades y países nos enseña que al autoritarismo y a la impunidad hay que atacarlas, de raíz y en sus inicios. No hacerlo así conlleva graves consecuencias. Nos enseña, también, que las sociedades que empiezan por rendir sus derechos y libertades ante los abusos del poderoso, público o privado, terminan cautivas, desvalorizadas, descompuestas, paralizadas por los temores,mientras que las sociedades que luchan con insistencia por defender sus derechos y combaten el autoritarismo y la impunidad, obtienen buenos resultados.
En el grado de descomposición institucional al que hemos llegado no es dable “negociar” la convivencia con vicios públicos como la CORRUPCIÓN, la IMPUNIDAD y el AUTORITARISMO. Para decirlo claro, simplemente no confiamos en ellos. Nos han demostrado reiteradamente que no sirven a la sociedad, sino a sus intereses.
Hacemos un llamado a los movimientos sociales, a las organizaciones ciudadanas, a las sociedades intermedias, a las ciudadanas y los ciudadanos comprometidos con la ley y con la democracia, para establecer una alianza, construir un frente común para combatir hasta erradicar esos tres males que dañan a sociedad y gobierno.
Ocupémonos en construir un tejido social, con organizaciones sociales y ciudadanos libres, que obligue a los políticos y a los gobernantes a conducirse sin simulaciones y apegados inexcusablemente a la ley, so pena de sancionarlos socialmente: sea en los procesos electorales, sea con el “vacío social” que cancela la legitimidad e impide gobernar.
La urgencia que enfrentamos se explica porque no sólo se trata de construir un contrapeso para prevenir o hacer frente a los abusos y excesos que pudieran darse, sino por los que, desde ya, se están dando. Erigir una instancia social con la claridad de miras, la fuerza y los atributos que reclama sanear lo que se tiene, limpiar instituciones y dependencias públicas, sacar a los corruptos, a los ineptos, a los delincuentes, que viven del erario y que trabajan persistente e incansablemente, en contra de la sociedad.
Mérida, Yuc. 1 febrero del 2014.
Frente Cívico Familiar
Poder Ciudadano, Colectivo 4 de julio
Sociedad en Movimiento
Coordinadora Ciudadana de Progreso
Librepensadores de México A.C.
Red de Maestros de Yucatán