miércoles, 19 de noviembre de 2014

noviembre 19, 2014
Carlos Loret de Mola Álvarez / 19-XI-14

Se ha cuidado mucho. Es especialmente respetuoso del gobierno de Enrique Peña Nieto. En sus entrevistas, en sus discursos, en sus declaraciones, en la presentación de su libro. Calderón no se mete con Peña. Quién sabe si por precaución o convicción política: si alguien puede hacerle daño a un ex presidente es un presidente en funciones y, en alguna medida, viceversa.


Sin embargo, entre sus cercanos, Felipe Calderón Hinojosa se suelta más. Y cuestiona. Concretamente en lo que tiene que ver con seguridad. Dice que no le cuadran los números. Sospecha que la administración de Enrique Peña Nieto está maquillando las cifras de homicidios, para hacer parecer que hay menos ejecutados en el sexenio actual que en el anterior.


Del 1 de diciembre de 2012 al 30 de junio de 2014, el gobierno de Peña Nieto reportó 29 mil homicidios dolosos, mientras que en los últimos 20 meses de Calderón fueron 37 mil, ambas cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Con esos datos, se habría producido una reducción considerable con el nuevo gobierno.

Pero la sospecha de Calderón es que muchos homicidios dolosos se reclasificaron como culposos: en el último tramo de Calderón se registraron poco más de 23 mil culposos (accidentales), mientras que en el primero de Peña hubo 28 mil.

La cosa es demostrar que se haya inflado indebidamente el registro de culposos para bajar la cifra que se maneja oficialmente.

En todo caso, más allá de que ese maquillaje sea cierto o no, los hechos de violencia que cimbran al país en los últimos meses han hecho trizas la percepción que construía el peñanietismo de que el tema de seguridad se iba controlando poco a poco.

Pero el ex presidente está más enfocado por ahora en la política de su partido. Su esposa, Margarita Zavala, que puso en neutral su carrera política personal durante el sexenio pasado, ha anunciado que buscará una diputación federal por el PAN en las elecciones federales del 7 de junio de 2015.

En análisis hechos con su equipo, los Calderón calculan que el grupo de Gustavo Madero, en control total del PAN, hará todo para cerrarle el paso a la ex primera dama.

Por eso la apuesta es en realidad que Zavala se postule para presidenta nacional del PAN y disputar con todo el control a los maderistas. Ricardo Anaya, que sustituyó a Madero, debe terminar el periodo 2014-2015 para el que fue reelegido el chihuahuense.

Para esa batalla, el ex presidente Calderón ha expresado su intención de estar en el frente de guerra, jugando un papel activo en la campaña de Margarita. Pero hay quien le dice que no debe, por la investidura que ostentó.

Margarita Zavala tiene un historial dentro del PAN que le permite competir con fuerza sin necesidad de muletas. Quizá un protagonismo excesivo de su esposo termine por perjudicarle.

Veremos por cuál ruta se decide.

carlosloret@yahoo.com.mx