martes, 21 de febrero de 2017

febrero 21, 2017
José Repetto

Como ya hemos publicado, la directiva de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY) realizó el pasado domingo una rueda de prensa para pedir perdón a las personas que se sintieron ofendidas por un cartel publicitario


El póster en cuestión hace alusión a la película y libro "50 Sombras de Grey", que incluye la práctica del sadomasoquismo en una relación de mutuo consentimiento (BDSM).

Aún así hubo personas que vieron "violencia de género" en la referida imagen y se dijeron muy indignadas.

Una de éstas fue Sandra Peniche Quintal, conocida defensora del aborto quien encabeza el grupo feminista Unasse, del cual son afines personas como Adelaida Salas Salazar, conocida agitadora profesional, y María Eugenia Núñez Zapata, ex delegada de la Cousey quien fuera despedida de su cargo durante el gobierno de Víctor Cervera bajo alegatos de corrupción.

En otras palabras, las mismas que siempre se quejan por cualquier nimiedad, las mismas que odian a los hombres y los ven, a todos, como opresores.

La mañana del 19 de febrero, la referida compartió una publicación con la "exijencia" (así escribió la palabra) de que se retirara "toda imagen que connote violencia hacia la mujer".

Peniche aprovechó la ocasión para pedir la destitución del rector así como de los encargados de la FILEY, describiendo la imagen como una "apología del delito de violencia". Puras incoherencias, como se puede apreciar.

La publicación cargada de odio e intolerancia fue compartida 575 veces y registró, al momento de esta publicación, 208 reacciones. Mucha gente, desconocedora del amplio espectro de la diversidad sexual -y que irónicamente se dice muy tolerante y defensora de derechos- echó leña al pequeño fuego iniciado por las huestes feministas locales.

Las feministas pedían sangre, pocos se atrevieron a alzar la voz para señalar su exceso so pena de ser declarados "ignorantes", "machines" y "opresores" por las supuestas defensoras de la tolerancia y la equidad, y ante esta situación la FILEY tembló. Rodolfo Cobos y Alejandro Pulido, director y jefe de prensa, salieron doblegados a pedir perdón el mismo domingo. José Williams, el rector de la UADY, hizo lo mismo al día siguiente. Prevaleció la tiranía hembrista o feminazi, como se le denomina actualmente a raíz de sus excesos y caprichosas exigencias.

No se descarta que la UADY y la FILEY temieran que Peniche y sus amigas feministas aprovecharan sus nexos con el periódico Por Esto!, que publica todos los días el anuncio de su negocio, para lincharlos. Vieron la oportunidad de acaparar los reflectores y controlar una expresión de la cultura, así como someter y castigar a aquéllos que no piensen y se expresen como ellas quieren y la aprovecharon.

Fue un error, producto del miedo, que la FILEY se dejara intimidar y chantajear tan fácilmente por un grupo radical con mínima representatividad en la entidad.

¿Debemos suprimir toda expresión artística que sea políticamente incorrecta? Pues de una vez hagamos una gran hoguera para quemar todas las obras de arte creadas en la historia de la humanidad previo al movimiento feminista, así como las contemporáneas que ellas consideren deben ser suprimidas.