martes, 21 de febrero de 2017

febrero 21, 2017
WASHINGTON D.C., 21 de febrero de 2017.- El Gobierno de Donald Trump estableció el martes las nuevas directrices de control migratorio, con una expansión masiva de la capacidad de deportaciones, pero de la que quedan exentos los jóvenes indocumentados (“dreamers” o “soñadores”) que llegaron a EEUU como menores de edad.

En el documento del Departamento de Seguridad Nacional se especifica que estos jóvenes indocumentados “no” se verán afectados por las nueves órdenes de la agencia federal.

El Programa de Acción Diferida (DACA), impulsado por el Gobierno de Barack Obama en 2012, ha permitido frenar la deportación de 750,000 “soñadores”.

Pese a prometer durante la campaña electoral que iba a derogar este programa, la pasada semana Trump reconoció en rueda de prensa que “es uno de los temas más difíciles” con los que se enfrenta y aseguró que lo encarará “con corazón”.


Este programa permitía a los jóvenes frenar su deportación, obtener un permiso de trabajo y una licencia de conducir, aunque establecía que para seguir gozando de estos beneficios los jóvenes debían renovar el permiso cada dos años.

“La situación del DACA es muy dura porque amo a esos chicos, algunos de esos son totalmente increíbles (…). Tengo hijos y nietos”, subrayó ante los periodistas.

De este modo, el programa consigue mantenerse al margen del agresivo plan de refuerzo de control migratorio y aceleración de deportaciones de inmigrantes indocumentados ratificado el martes por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly.

Entre las directrices, firmadas por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, figura la contratación de 10,000 nuevos agentes para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y 5,000 más de la Oficina de Aduanas y Fronteras (CBP), acelerar el proceso de deportación de inmigrantes indocumentados y contratar a 15,000 nuevos agentes migratorios.

“El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de EEUU”, subrayan las directrices.

Asimismo, se especifica un cambio en las políticas que precisa que no solo perseguirá a los inmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, si no también aquellos que hayan “abusado” de los beneficios públicos o que, “a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional”.

El Departamento de Seguridad Nacional, agrega, “ya no eximirá a clases o categorías” de extranjeros indocumentados de “una potencial aplicación de la ley”, es decir, de una deportación.

Esto supone un notable cambio respecto a las directrices marcadas durante el anterior Gobierno de Barack Obama, que ordenaba no llevar a cabo estas deportaciones en base a violaciones menores de la ley como conducir sin licencia o tener una luz rota del coche.

Por otro lado, el Ejecutivo de Trump otorga mayor capacidad legal a los agentes migratorios federales, así como permitirá que agentes estatales o locales puedan sumarse a estas labores de control migratorio. (EFE)