lunes, 5 de mayo de 2014

mayo 05, 2014
ALEMANIA, 5 de mayo.- Ununseptio es su nombre, y está destinado a ser uno de los nuevos elementos que completarán la tabla periódica de Mendeléyev. Lo hará convirtiéndose en el número 117.


Este nuevo elemento ha sido sintetizado por un grupo de Físicos del centro de investigación de Alemania GSI, una compañía que se dedica a la investigación de iones pesados. Y según desvelan en la revista «NewScience», es el segundo elemento más pesado del mundo, un 40% más pesado que el plomo.

Aunque se vaya a convertir en un nuevo miembro de la tabla periódica, el elemento en sí no es una novedad absoluta, ya que en el año 2010 fue sintetizado por primera vez por un grupo de investigadores rusos y norteamericanos de la universidad de Dubna. Ha tardado en ser reconocido e incorporado a la tabla periódica porque la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) exige que un nuevo elemento sea sintetizado por lo menos por dos laboratorios independientes antes de incluirlo en la tabla.

El Ununseptio era el elemento químico con más protones que quedaba por confirmar, pero no es el más pesado de la tabla periódica. Ese récord lo tiene el Elemento 118, el Ununoctio, con 118 protones. Lo último agregado a la tabla de elementos había sido el Flerovio (114) y Livermorio (116) en el año 2011.

La tabla periódica de los elementos clasifica, organiza y distribuye los distintos elementos químicos según sus propiedades y características. Se atribuye a Dmitri Mendeléyev, que ordenó los elementos basándose en sus propiedades químicas, aunque fue Julius Lothar Meyer, trabajando por separado, realizó también un ordenamiento de los elementos a partir de las propiedades físicas de los átomos. La estructura actual de la tabla periódica fue diseñada por Alfred Werner a partir de la versión de Mendeléyev.

La primera clasificación periódica de Mendeléyev no tuvo buena acogida. Después de varias modificaciones publicó en el año 1872 una segunda edición de su tabla periódica formada por ocho columnas desdobladas en dos grupos cada una, que al cabo de los años se llamaron familia A y B.

Esta tabla fue completada a finales del siglo XIX con un grupo más, el grupo cero, constituido por los gases nobles descubiertos durante esos años.

El gran mérito de Mendeléyev consistió en pronosticar la existencia de elementos. Dejó casillas vacías para situar en ellas los elementos cuyo descubrimiento se realizaría años después. (ABC.ES)