domingo, 28 de diciembre de 2014

diciembre 28, 2014
En Mérida, la industria cinematográfica está conformada en su mayoría por gente entusiasta interesada en el cine, que han desarrollando aptitudes no sólo en la parte histriónica, también en cuanto a las distintas áreas de producción y postproducción que requiere dicha actividad, como el guionísmo, manejo y dirección de las cámaras, fotografía, edición, entre otras. Esta es una comunidad que va creciendo rapidamente con el tiempo, ellos realizan diversos proyectos como cortometrajes, largometrajes, documentales, etc. En algunos casos, los apoyos y recursos que perciben vienen por parte de universidades (que incluyen alguna asignatura audiovisual en su plan de estudios, en el caso de los jóvenes universitarios) o reciben financiamiento o patrocinio por parte de alguna empresa o marca en particular, así como por los colectivos que se dedican a impulsar la creación y difusión cinematográfica en la ciudad.


Situación del cine mexicano en la actualidad y sus antecedentes

Los primeros esbozos del cine llegaron a México en el año de 1896 cuando el invento de los hermanos Louis y August Lumière arribó al territorio nacional que en ese entonces era gobernado por el general Porfirio Díaz, quien quedó fascinado con el curioso aparato debido a la procedencia del mismo y al claro afrancesamiento que seguía el eje de su gobierno, incluso participó en algunos de los filmes realizados en el país a cargo de los representantes de los Lumière, Bernard y Gabriel Vayre, entre los que destacan: El general Díaz despidiéndose de sus ministros, El general Díaz paseando a caballo en el bosque de Chapultepec y El general Díaz recorriendo el Zócalo.


Posteriormente, durante la época de la revolución mexicana, el cine se convertiría en una especie de noticiario, la gente acudía a las salas a enterarse sobre las batallas en los distintos frentes que protagonizaban la revolución. En 1930 tendría lugar un hecho que repercutiría de manera importante en la industria cinematográfica mexicana, Serguei Eisenstein, arribaba a tierras mexicanas para la realización de su película “Qué viva México”, aunque el proyecto no fue terminado, la influencia de Eisenstein en México y la influencia de México en Eisenstein fue notoria. El cineasta yucateco Mario Helguera señala al respecto “no hay que olvidar la presencia de Sergio Eisenstein, que llega en los treintas y acusa una forma de composición de cuadro muy influida por el muralismo mexicano y a su vez el cine de Eisenstein es una influencia muy fuerte en el cine mexicano, sobre todo en la fotografía.”


A partir de esa misma década, el cine mexicano adquiere relevancia a nivel internacional y la producción de películas se dispara, empieza lo que hoy en día conocemos como la época de oro del cine mexicano, en la que se realizan filmes protagonizados por actores y actrices de la talla de Jorge Negrete, María Félix, Pedro Infante, Sara García, María Elena Marqués, Pedro Armendáriz, entre otros. Sobre este periodo en el cine mexicano, el maestro Mario Helguera comenta: “tendríamos la época de oro, que se da debido a que los Estados unidos entran en guerra y nos seden temporalmente sus mercados, cuando se estrena en México la película “santa” hecha con sonido de los hermanos Rodríguez, de ahí se hacen películas muy interesantes, como la trilogía de la revolución de Fernando de fuentes, cuando México todavía no era una industria, eran los esbozos y hacia 1935 el cine se va fortaleciendo, de 1936 a 1950 se da la llamada época de oro, des pues de la guerra, EU recobra sus mercados y el cine mexicano tenía dos opciones: meterle más fe, hacer argumentos nuevos y hacer un buen cine, o lo que tristemente pasó, hacer refritos más baratos de historias, esto se da a partir de los años 50, en la época de oro no se toca la realidad, se evade, es el México que soñamos, no cantamos como canta Jorge negrete o Pedro Infante, a excepción del maestro Alejandro Galindo, el llamado cronista social, que tiene películas que incluso se censuran pero esa es una excepción, la época de oro es una evasión total de la realidad.”


Es debido a que, al concluir la guerra, Estados unidos recobra los mercados cedidos temporalmente a México y la escasa iniciativa por parte de los cineastas del momento que, en las décadas de los 50 y 60, la industria cinematografía mexicana entra en una crisis que tendría como consecuencia que la gente se alejara del cine, sin embargo, al darse cuenta de esto, un sector de la industria trató de innovar en busca de la solución a la situación en la que se encontraban. “Los finales de los 50 y los 60 son una época desastrosa para el cine mexicano, las estrellas son viruta y capulina, el Santo, no existe un cine inteligente, a excepción del concurso de cine experimental que organiza el propio sindicato de trabajadores de la producción cinematográfica (STPC) porque la gente no iba al cine, salen películas muy interesantes, como ‘Coca-cola en la sangre (La fórmula secreta)’ de Rubén Gámez y ‘En este pueblo no hay ladrones’ de Alberto Isaac.”


La repercusión que tuvo el primer concurso de cine experimental hizo que la gente volviera al cine, que los que formaban parte de la industria unieran esfuerzos en pro de mejorar y trabajar en la producción, un aspecto importante es que el gobierno federal bajo el mando de Luis Echeverría apoyó el desarrollo del cine mexicano, además de lo que representó la fundación del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC). “En los 70 se abren puertas a nuevos directores y nuevos actores como Héctor Bonilla, Ofelia medina, Sergio Jiménez, dentro del cine mexicano en el sexenio de Echeverría destacarían varios directores educados formalmente, se deja de aprender cine de manera artesanal para aprender cine de forma académica, unos se van a Europa y otros al CUEC, en el 68 se realiza El Grito que se da durante el movimiento estudiantil del 68, que trataba sobre el punto de vista de los estudiantes, la contra información a los medios que minimizaban el hecho, se toca una realidad muy cercana a la nuestra, conquista al público de clase media y regresa al cine, si algo se puede destacar del sexenio Echeverría es la libertad, la censura mínima, se criticaba hasta al propio presidente.” Acotó Mario Helguera 

“Mi sueño es que Yucatán se vuelva un foco de atención para el cine”, éstas son palabras de Mario Arnal, coordinador de Cinema Pa’akat, una asociación enfocada en la capacitación cinematográfica a través de la impartición de talleres, apoyo, difusión y realización de producciones y gestión de eventos relacionados al cine. “El proyecto de Cinema Pa’akat, se divide en cuatro áreas; la parte de los talleres, de dirección, de guion, de asistente de producción, para que cuando la gente sepa qué onda con su película sea consciente de lo que necesita; la segunda área es la de exhibición de proyectos independientes porque desafortunadamente sales con tu película y hace menos de una semana en cartelera y no recupera su inversión, entonces es necesario otros espacios alternativos para poder mostrarla, la tercer área es la parte de las conferencias, hemos traído a gente como: Pablo Bach un reconocido productor; Batan Silva quien fue asistente de dirección en películas como Titanic, Babel, Volver al futuro III; Beatriz Novaro, reconocida guionista; la cuarta área, es la producción de cortometrajes con gente que tenga ganas y sepa realmente hacerlo” señalo Arnal.


No es mera coincidencia que cada vez se realicen más producciones en nuestro estado, tanto por personas oriundas como por personas que vienen de fuera y que la industria cinematográfica poco a poco vaya fijándose en el sureste del país pues son muchas las condiciones y factores favorables para la realización de proyectos sobre cine, los principales factores positivos que el estado aporta son el capital humano y el capital sociocultural. Al respecto, Mario Arnal comentó que “Mérida tiene todo el potencial para poder filmar proyectos de buena calidad, es todo un proceso increíble que te requiere mucho compromiso y que al final de cuentas los que te apoyan están esperando resultados, Yucatán se está preparando para ser una industria de cine, tiene todas las condiciones para poder hacerlo, tiene locaciones, seguridad, tranquilidad, una gastronomía increíble, tiene muchísimo sol y eso ayuda a poder filmar, tenemos muchísimas historias.”

José Lagarde, quien ha venido a la capital yucateca a impartir cursos sobre la producción en cine, su especialidad es el fomento de la producción cinematográfica, dicho en sus palabras “lo mío es que se produzca más y mejor, y crear canales para que los guiones que se escriben lleguen a los productores y directores, todo lo hago a través, principalmente dela docencia y la sinergia entre instancias e instituciones cinematográficas”, en cuanto al capital humano y el potencial que se encuentra en nuestro estado, conformado por las personas que pueden en algún momento participar en la elaboración de proyectos cinematográficos y las condiciones que favorecen a estas señaló en base a sus experiencias a través de los cursos impartidos en la ciudad de Mérida “en general veo mucho potencial, más allá de las buenas intenciones, veo gente creativa, gente que tiene mucha noción, sobre todo la primera vez que fui me llamaron la atención algunos muchachos que encontré que ya tenían buena experiencia en la producción cinematográfica, el estado es una locación sensacional, hay locaciones muy interesantes aunque toda la península es plana, no es demasiado variado pero encuentras locaciones únicas que en ninguna otra parte del mundo encuentras, eso habría que explotarlo, no solo para las producciones locales sino también para traer producciones de todo el mundo.”

Sobre los obstáculos, soluciones y un festival

Pese al potencial ya señalado que el estado presenta para el desarrollo e impulso de actividades y proyectos sobre cine, Yucatán todavía no figura de manera importante para la industria cinematográfica nacional e internacional, algunos factores que obstaculizan la próspera incursión de una mayor cantidad de producciones cinematográficas al estado son el malentendido concepto del cine que provoca poca organización interna en algún sector de las comunidades de cineastas locales y el escaso apoyo por parte de las instituciones gubernamentales. “a veces hay gente que se acerca al cine creyendo que va a ser una cuestión glamurosa y eso generalmente es un error, sobretodo en la realidad mexicana el cine no es negocio, en pocos casos lo es, el cine requiere sobretodo de una gran vocación, requiere de amor y convicción que te ayude a nadar contra corriente, es muy importante unirse y dejar los egos de lado, porque todos queremos ser directores, todos queremos ser el director de foto o el actor principal y no es posible, tenemos que involucrarnos entre todos como gremio y entender que el cine es un arte colectivo y explotar nuestras virtudes y habilidades.“ señaló Lagarde, además comentó sobre las posibles soluciones a esta situación que, desde su experiencia como director del festival de cine de Colima, han funcionado y que valdría la pena intentar también en nuestra localidad: “se requiere de lo que se conoce como comisión de filmaciones, que a su vez requiere de cierto apoyo económico y mucho empuje, siempre tiene que estar involucrado el gobierno del estado para dar infraestructura y un respaldo económico, a veces los mismos funcionarios públicos no entienden el potencial de esto y por eso no lo apoyan, porque es una inversión de largo plazo, yo siempre he estado interesado en realizar un proyecto ahí, un buen detonador de todo esto es un festival, bien entendido, porque se puede confundir con el glamur, con alfombras rojas, con muchas flashes y no es cierto, lo principal es acercar el cine a la gente, yo dirijo el festival de cine de colima y lo hemos hecho en combinación con el gobierno del estado y lo hemos hecho con esa finalidad y también para fomentar la cinematografía en el estado y está funcionando.” 

Beneficios para todos

Es posible que se cree un pensamiento desafortunado con respecto a impulsar la industria cinematográfica en el estado suponiendo que dichos esfuerzos sólo repercutirían en el desarrollo económico y social de los pertenecientes a este ámbito; contrario a esto, el crecimiento y formalización de una industria cinematográfica local y la incursión dentro de una industria internacional que provoque que producciones extranjeras se realicen en el estado representaría un derrame económico que implicaría a distintos sectores sociales: como los restaurantes, hoteles, turismo, etc. Al respecto, Mario Arnal explicó: “El cine le puede dar de comer a todos, carpinteros, electricistas, mercadólogos, directores, fotógrafos, gente de hoteles, empresarios, gente que se mueve en turismo, mueve muchísimos intereses, la idea es buscar gente que realmente sea clave en su función, en la medida en la que estos detalles se vayan cuidando van a tener mayor posibilidades de ganar premios en festivales de proyectarse en espacios públicos y privados y eso al final de cuentas el público lo reconoce, si el proyecto es digerible va a aumentar la demanda pero si ven que la inversión no está bien destinada te cierras las puestas, es algo muy triste porque no nada más te las cierras a ti, también a la gente que viene detrás.”


Instituciones dedicadas al apoyo y difusión del cine

Son pocas las instituciones públicas y privadas que se ocupan en apoyar o difundir temas, aspectos e incluso producciones relacionados con el cine. En Mérida, un factor que ha contribuido a que cada vez se realice más producciones locales y se cree una comunidad de cineastas locales, es el esfuerzo de personas que han desarrollado y avivado el desarrollo de proyectos a través de espacios que difundan sus proyectos y amplíen para el público en general, el concepto de lo que es “el cine”. 

La Universidad Autónoma de Yucatán, a través de la iniciativa presentada por el Licenciado en ciencias de la comunicación Manuel Escoffie, incorporó a sus filas el programa universitario de promoción y difusión cinematográfica, mejor conocido como KINO UADY. “empezó como un primer intento por empezar a especializar cada una de las áreas de promoción y difusión cultural de la UADY, esta subcoordinacion fue el primer intento por especializar un área cultural que hasta antes de KINO UADY no existía formalmente como tal, de vez en cuando me enteraba que en algunas facultades había cineforos, que dieron un taller sobre cine, entonces lo que hice fue diseñar un paquete de diversas actividades interdisciplinarias dirigidas a un público universitario, así fue como se crea KINO UADY en enero 2013.” Comento el coordinador del proyecto, Manuel Escoffie.

El objetivo de KINO UADY es lograr expandir el fenómeno y el concepto del cine a lo que normalmente se encuentra en el imaginario del público que casi siempre relaciona al cine con las grandes salas, empresas comerciales y las películas hollywoodenses, se trata de crear o capacitar a la audiencia para volverla un público activo, exigente, reflexivo, “ver el cine con otros ojos” como señala su lema, a través de las distintas actividades que comprenden el proyecto KINO UADY, “básicamente lo que cubre son 4 categorías: funciones de cine, talleres, eventos especiales, conferencias, presentaciones de libros, congresos, etc. Y convocatorias, concursos de diferentes cosas, no buscamos necesariamente crear críticos sobre cine, pero gente con un criterio crítico, crear un público activo que tenga capacidad de discutir y analizar lo que ve en pantalla y que tenga una visión mucho más enriquecida y amplia de lo que es el fenómeno cinematográfico.” Comentó Escoffie.

Otro organismo dedicado a apoyar y fomentar la producción cinematográfica en nuestro estado es la Comisión de filmaciones de Mérida y Yucatán, creada el año pasado por la Licenciada en Ciencias de la comunicación Karla Medina, que fundamentalmente pone al servicio de productoras audiovisuales y de la industria cinematográfica, locales, de México y del mundo, toda la información y apoyo necesario para filmar en el estado, facilitan el rodaje y producción de películas, series, comerciales o cualquier producto audiovisual y cuyos objetivos buscan incentivar la realización de producciones cinematográficas, locales, nacionales e internacionales en Mérida y Yucatán, generar nuevos empleos y de igual modo incrementar la derrama económica en el Estado, atrayendo empresarios, productores y directores para invertir en la industria cinematográfica de Yucatán, incluyendo la coproducción con otros países, promocionar turísticamente al estado, realizar foros para críticos y aficionados de la cinematografía, crear enlaces con otros festivales relacionados con la industria del cine para la promoción de la Comisión Fílmica de Mérida y del estado de Yucatán, se planea próximamente realizar el Primer Festival Internacional de Cine en el estado y realizarlo permanentemente cada año, colocando a Yucatán como una de las entidades que más promueven y apoyan la producción de cine de calidad.


Es claro que el fin último de una comisión de filmaciones es incrementar la producción cinematográfica en la localidad donde se encuentre dicho organismo, particularmente la comisión de filmaciones de Mérida y Yucatán contempla llevar a cabo actividades y poner a disposición de los interesados en el estado los servicios que ofrece, entre los cuales se encuentran el asesoramiento acerca de los procesos más eficaces para llevar a cabo proyectos audiovisuales y cinematográficos en la entidad, la propuesta de locaciones por medio de catálogos y mapas de ubicación, así como servicios de personal especializado, talento, extras, actores y actrices, maquillistas, vestuaristas, técnicos locales, entre otros, en ofrecimiento de bajos costos de alojamiento, alimentación, transporte, apoyo y asesoría en la gestión para tramitar permisos de filmación en las locaciones, así como permisos especiales para filmación en sitios arqueológicos y monumentos históricos, además de facilita los enlaces con organismos gubernamentales locales, entidades y autoridades de diversa índole. Sobre las actividades de la comisión fílmica, la titular Karla Medina acotó que “Hemos apoyado a eventos culturales, escuelas, organizaciones, en cuanto a la realización de Muestras de cine Internacionales, talleres, cine-foros, giras de cine móvil gratuitas en municipios para tener un acercamiento constante con los nuevos talentos y crear nuevos públicos, organización de concursos de documental para impulsar a nuevos talentos, así como también hemos apoyado en la búsqueda de locaciones, permisos de filmación, castings de personal a productoras nacionales que han filmado en Yucatán.”

La importancia de la creación y solvencia de un organismo como la Comisión Fílmica de Mérida y Yucatán reside principalmente en el anteriormente mencionado potencial y materia prima que el estado presenta para la elaboración de proyectos relacionados a la cinematografía a nivel, local, nacional, e incluso, internacional. Karla Medina explicó “Yucatán cuenta con escenarios para ser utilizados en medianas y grandes producciones audiovisuales, cuenta con una diversidad geográfica, paisajística, arquitectónica, con pueblos hermosos, monumentos, playas, abundante riqueza natural, así como con calidad de vida, siendo Yucatán un estado seguro que ofrece tranquilidad a sus habitantes y visitantes con los mayores niveles de seguridad en nuestro país, además de su cercanía a estados y países con alta producción cinematográfica. Y la variedad de clima. No podemos dejar de mencionar que en cuanto a talento humano en Yucatán contamos con gente profesional y especializada en diversas áreas de la industria audiovisual, que están preparados para ser parte de éstas nuevas producciones cinematográficas.”


Es necesario para el éxito de un organismo de esta naturaleza contar con el apoyo externo de instituciones que faciliten su labor y función dentro del estado, ya sea de la iniciativa privada, o bien, el gobierno estatal y/o municipal. La presidenta de este organismo, Karla Medina, en referencia al apoyo recibido por parte del gobierno, señaló que “Se cuenta con algunos apoyos como permisos de locaciones y algunos temas en especie, en cuanto a un apoyo económico aún no hay nada en convenio.” También habló sobre los motivos que llevaron a la fundación de la primera comisión de filmaciones en el estado; “El motivo fue el cercano contacto con personas relacionadas con el séptimo arte que durante mis actividades en producción de películas y presencia en Festivales de cine, me platicaban sobre el interés de filmar en nuestro Estado; ha sido muy difícil cuando en Yucatán no hay mucha producción de cine, no hay apoyos y las dependencias gubernamentales y la iniciativa privada aún no están relacionados con este arte y su importancia, por lo tanto hay apoyos mínimos, así que se ha trabajo muchísimo para ir creando este interés y salir adelante.”

En resumen, las aspiraciones futuras de la Comisión fílmica de Mérida y Yucatán son promover e impulsar el crecimiento y desarrollo de la industria audiovisual y cinematográfica en Yucatán, impulsando la producción local y atrayendo producciones de otros estados y países del mundo y lograr posicionar a Yucatán como uno de los estados de nuestro país con mayor realización cinematográfica, a través de Festivales, producciones y actividades del Séptimo Arte, además del primer Festival de cine en el estado. “Producir mucho cine en el Estado y con esto tener una Industria cinematográfica sólida” en palabras de Karla Medina, presidenta de la comisión de filmaciones de Mérida y Yucatán.


El problema de la distribución, la exhibición y la vigente legislación 

Actualmente, el problema que afecta gravemente a la industria local y nacional del cine, son las dificultades que enfrentan en los temas de distribución y exhibición de las películas, si bien, algunas películas llegan a los mercados en versiones digitales, no se iguala la capacidad de proyección y difusión que dan las salas de cine, cada vez es más frecuente saber sobre películas que no se estrenaron o que sólo pasaron unos días en cartelera, Mario Helguera comentó al respecto: “Ahora el cine mexicano tiene un problema de distribución, a los distribuidores no les interesa ni tienen porque tener un compromiso con el cine mexicano y con el cine de arte, ellos quieren dinero, a Yucatán llega lo que pasa por el filtro del DF pero el filtro no es de calidad, es económico.”

Los esfuerzos para combatir esta problemática también han venido por parte de la Comisión de filmaciones de Mérida y Yucatán, implementando la difusión de proyectos locales por medios propios y entablando relaciones con distribuidores, al respecto, Karla Medina comentó “Estamos apoyando a DOCRED con la exhibición de sus documentales, de igual modo estamos haciendo giras en el estado presentando los proyectos locales, actualmente estamos en la etapa de planeación de convenios con distribuidoras Nacionales para la distribución de proyectos de calidad hechos en Yucatán.”

Entre las distintas razones de estos problemas se encuentran: la escasa demanda por parte del público auspiciada por los prejuicios hacia las producciones nacionales y el estigma de que sólo son película violentas, con diálogos y expresiones anti sonantes, este desprecio hacia el cine mexicano desemboca en la negativa constante por parte de los exhibidores y distribuidores en darle soporte al cine nacional, ya que representa un mal negocio exhibir películas que “nadie va a ver”, este problema también se traslada al cine der arte, películas extranjeras y nacionales no comerciales, en ese sentido, es mucho más redituable copar las salas de cine con películas comerciales y estrenos preferiblemente norteamericanas que representan un ingreso económico seguro. ”Para un distribuidor es mucho más redituable estrenar una película norteamericana que una mexicana puesto que somos un público colonizado ¿de las ultimas 10 películas que viste, cuántas son gringas y cuántas no, cuántas películas mexicanas has visto? durante casi 10 años me tocó ser conductor del festival de cortometraje mexicano la pregunta es ¿Qué es más fácil: conseguir el presupuesto o que distribuyan la película? Invariablemente la respuesta era sobre el presupuesto. Nosotros somos un público colonizado, si llegamos y en la sala está Brad Pitt ya sentimos como que es nuestro cine mientras que si llegamos y vemos a algún mexicano nos ponemos a ver si está buena, en plan de jueces un poquito malaleches.”


Como toda industria, la cinematografía debe estar respaldada por una legislación que la proteja junto con sus realizadores y demás personas involucradas en la producción cinematográfica nacional permitiendo la libre competencia, fomentando la industria y apoyando la difusión de filmes mexicanos en todas las salas del país. A continuación se presenta un breve repaso sobre los aspectos más relevantes de la vigente legislación cinematográfica mexicana:

Capítulo I (arts. del 1 al 12) sobre las Disposiciones generales.- expone de manera general cuál es el objetivo de la ley y a quién corresponde su aplicación y vigilancia; resalta la libertad de expresarse por el medio cinematográfico.

Capítulo III (arts. 16 y 17) De la distribución.- En éste se destaca de manera especial el hecho de no permitir que los distribuidores obstaculicen el destino de ningún material fílmico. Señala en el artículo 11 que “Los integrantes de la industria cinematográfica se abstendrán de realizar todo acto que impida el libre proceso de competencia y de concurrencia en la producción, procesamiento, distribución, exhibición y comercialización de películas cinematográficas” asimismo concluye que “La Comisión Federal de Competencia investigará, resolverá y sancionará, de oficio o a petición de parte, toda práctica monopólica o concentración que ocurra dentro de la industria cinematográfica nacional, sin perjuicio de lo que establece esta Ley.”



Capítulo IV (arts. del 18 al 23) De la exhibición y comercialización.- Aquí sobresale el proporcionar por ley un 10% del tiempo total de exhibición de películas mexicanas, además de un período mínimo de una semana. Con ello, se le da garantía al cine nacional de tener espacios para la exhibición y la recuperación económica de la producción. Además menciona la prohibición de cortar, censurar y mutilar las cintas para su exhibición. 

Capítulo VII (arts. del 31 al 38) Del fomento a la industria cinematográfica.- Menciona los estímulos fiscales que se les otorgaran a quienes fomenten a la industria. Y también a los productores que obtengan premios internacionales se les darán ciertos estímulos. 

La creación del Fidecine, un fideicomiso nacional destinado al soporte y fomento de las producciones cinematográficas nacionales, da lugar a una posible reactivación del cine nacional, pues al parecer, se tiene el objetivo real de apoyar a la industria con recursos financieros.

Capítulo VIII (arts. 39 y 40) De la cineteca nacional.- en este capítulo se da la protección y apoyos adecuados para que la cineteca optimice su desarrollo y sus funciones.

Transitorios.- En ellos se aclara la vigencia de la ley, y las disposiciones generales. Lo más relevante a destacar y en lo que habrá que trabajar dentro de la sección de los transitorios es como en el tercero se va reduciendo el porcentaje de tiempo de exhibición de películas nacionales en las salas; No se explica el porqué del declive del tiempo de exhibición, pero en apenas un periodo de 4 años, entre 1993 y 1997, cayó del 30% al 10%, actual porcentaje destinado a la exhibición de filmes nacionales en las salas de nuestro país.


Hay que considerar que detrás de toda película, sea cual sea su género, temática, idioma, lugar de origen, clasificación, reparto, etc. Se encuentra un esfuerzo personal y laboral de sus realizadores, que incluso pudieron haber demorado años en concretar el proyecto y que, al no haber un apoyo por parte de los exhibidores, distribuidores y no contar con el respaldo de una buena legislación cinematográfica aplicada en la realidad, no existe una remuneración o retribución en los esfuerzos económicos que constituyen la realización de una película, lo que a su vez provoca que no haya inversionistas interesados en el cine nacional, se debe terminar con las ideas equívocas que emparejan al cine mexicano con escenas violentas o sexualmente explicitas, argumentos huecos o refritos americanos “adaptados” al contexto del país y el suponer que no vale pagar un boleto en las salas por una película mexicana, nuestro país está inmensamente enriquecido con las distintas culturas, locaciones, creencias, gastronomía, paisajes, idiomas e historias, además de los distintos elementos que conforman la identidad del mexicano, más allá de las mentadas de madre y las palabrotas, que pueden ser reflejados en la pantalla. 

Luis Ángel Fuente
Estudiante de Comunicación Social (UADY) 
Twitter: @_Luis_Angel_FM