lunes, 20 de noviembre de 2017

noviembre 20, 2017
Azhar Goraya

El Profeta Muhammad (sa) enseñó el mundo muchos conceptos para poder vivir en paz. Algunas de sus enseñanzas pueden ser descritas, resumidamente, así:

Enseñó que Dios es Único y los otros seres, hombres o ángeles, son sus criaturas. Equivale insultar a Dios imaginar que encarnó en un hombre o en ídolos, o que se engendró o fue engendrado. Él se encuentra por encima de tales contingencias. Sólo Él otorga la vida y sólo Él la despoja. Todos los Reformadores y Profetas eran sus siervos, no poseyendo ninguno de ellos poderes divinos. Todos los hombres deben adorar sólo a Él y depositar su confianza sólo en Él.

OBJETO DE LA CREACIÓN HUMANA 
Enseñó que Dios creó al hombre para el más alto desarrollo es­piritual, moral, intelectual y social, y que, para cumplir su objetivo, ha hecho surgir constantemente profetas en tLodas las naciones. Rechazó la doctrina de que el profetazgo quedó confinado a alguna nación particular, pues implicaría parcialidad por parte del Creador y equivaldría a denegar Su Providencia. Dio testimonio de la verdad de los Profetas de todas las naciones.

REVELACIÓN 
Enseñó que la palabra de Dios ha sido revelada en todas las épo­cas de acuerdo a las necesidades respectivas de los tiempos y pro­clamó que él fue nombrado para la guía de esta última era. Dijo, por tanto, que el Corán era un código de leyes más perfecto que los libros anteriormente revelados y exhortó a la humanidad hacia él.

LA PALABRA ETERNA 
Enseñó que Dios siempre habla a sus siervos y revela señales en su favor para confirmarles su existencia y su amor. Declaró que aquellos que siguieran sus enseñanzas percibirían la verdad de tales hechos por experiencia propia. Yo puedo garantizar la verdad de esta doctrina por mi experiencia personal. Siguiendo las enseñan­zas del Islam, he oído la Palabra de Dios de la misma forma que los contemporáneos de Jesús o Moisés la oyeron; y, en numerosas ocasiones, Dios me ha mostrado signos que ciertamente están por encima del poder humano.

UNA RELIGIÓN VIVA
Enseñó que uno de los signos de una religión verdadera consistía en que Dios proveía los medios para mantenerla viva y pura en el mundo. Para asegurar la doctrina islámica de las interpolaciones humanas, erigiría profetas que salvaguardarían al Islam y preserva­rían su pureza. Consiguientemente ha surgido un Profeta reciente­mente en la India para cumplir tal propósito. Su nombre es Ahmad. Yo soy su segundo sucesor y mis compañeros son algunos de sus seguidores.

UNA VIDA DE PAZ 
Enseñó, que a pesar de las diferencias religiosas, la gente debe vivir en paz y amistad y no disputar por cuestiones religiosas; pues si un hombre posee la Verdad, no necesita luchar por ella, sino que ha de exponerla y por sí sola conquistará los corazones de las gentes. Permitió incluso a los cristianos celebrar su culto en las mezqui­tas; ejemplo de tolerancia que difícilmente encontramos siquiera en este avanzado siglo XX.

DEPENDENCIA DE LO ESPIRITUAL Y LO FÍSICO 
Insistió en que la vida del hombre tiene dos aspectos: el físico y el espiritual y que se encuentran tan íntimamente ligados, que no pueden ser separados, influyendo uno en el otro. Hizo hincapié especialmente en la inutilidad de los actos religiosos exteriores en ausencia de pureza de corazón, y que, por otro lado, la mente no puede entrenarse y desarrollarse sin un correlato exterior corporal.

Para aprender más acerca del Islam puede asistir a los reuniones acerca del Islam, oraciones, clases de árabe, estudios del Corán, Hadiz, libros del Mesías Prometido y clases de predicación:

comundadmusulmanaahmadia@gmail.com
9994459329

La Mezquita de la Comunidad Musulmana Ahmadía (Calle 60 x 51 No. 453ª, Centro de Mérida, Yucatán)
999 129 4594 (cel. + whatsapp),  999 924 2222 (mezquita)
comunidadmusulmanaahmadia@gmail.com

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