domingo, 13 de octubre de 2019

octubre 13, 2019
Por : Miguel Mena

La educación académica es vista en nuestra sociedad como la garantía para obtener una vida de calidad y como lo único que puede garantizar un estilo de vida digno, si bien, es una realidad fehaciente que esto puede hacer la diferencia sobre el futuro de muchas personas dotándolas de oportunidades y un panorama laboral mucho más amplio; lo cierto es que de igual manera puede cegar la forma en la que vemos el mundo y su realidad financiera, dotándonos de información errónea, lo cual es paradójico, porque la vida escolar nos vende la idea de que al terminar nuestra educación profesional, estaremos ante la mejor etapa de nuestras vidas, en cuanto a temas económicos.

 Sin embargo, en ningún sistema educativo se imparte a los estudiantes información sobre el dinero, causando que como estudiantes ni siquiera tenemos idea sobre cómo será nuestro futuro financiero y en la mayoría de los casos esa promesa tan popular cobre un futuro económico maravilloso nunca se cumple.
Eso sucede porque en muchos casos tenemos una noción equivocada sobre lo que un título profesional representa, lo cual plantea a la siguiente pregunta ¿Cuál es la finalidad de la educación académica?
El sistema escolar actual fue creado durante la era del “Despotismo Ilustrado” lo cual tenía como finalidad crear una herramienta para formar trabajadores útiles al sistema y solo con entender tal concepto encontramos el fin de este modelo educativo.
Este sistema es un semillero de obreros, que si bien son especialistas en alguna ciencia especifica con conocimientos amplios, el fin sigue conduciendo al mismo resultado y muchas personas ni siquiera sospechan la realidad y el fin de nuestro modelo educativo, simplemente siguen el mismo sendero por años sin sospechar hacia donde están encaminados.
Entonces, eso quiere decir que ¿Todo está perdido? Por supuesto que no, actualmente existen una gran variedad de cursos y libros en internet sobre educación financiera los cuales son verdaderamente accesibles y en la mayoría de los casos, son gratuitos, debido a la misma finalidad del sistema educativo, esta información nunca se impartirá en las aulas, pero ahora está al alcance de todos y es lo que debemos aprovechar, no solo porque será un antes y después en nuestra realidad, sino porque esa información si va a garantizarnos la vida que la educación escolar no puede pero que tanto promete.



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