LONDRES, 24 de enero.- Los refugiados a la espera de asilo en el Reino Unido en la ciudad galesa de Cardiff son forzados a llevar pulseras identificativas de colores para poder comer, según revela el diario 'The Guardian'.
El caso ha estallado a los pocos días de la polémica creada por las puertas pintadas de rojo para identificar a los refugiados acogidos en Middlebrough, en el norte de Inglaterra, comparado con el estigma de la estrella de David durante la Alemania nazi.
Un refugiado con pulsera. |
Como en el caso de las puertas, la responsabilidad ha sido atribuida a una de las contratas privadas del Ministerio de Interior, Clearsprings Ready Home, que ha justificado la medida para poder identificar a los inmigrantes cuando reciben tres comidas gratuitas al día.
Las llamativas pulseras, según ha relatado a 'The Guardian' el refugiado de origen africano Eric Ngalle, han servido sin embargo para convertir a los refugiados en blanco de las iras locales: "Algunos conductores tocaban el claxon al vernos y otros bajaban las ventanas y nos gritaban: "¡Volved a vuestro país!".
"La pulsera es una clara y simple discriminación", se lamenta Mogan Abdeen, un refugiaso sudanés que pasó varios meses en las viviendas conocida como Lynx House, antes de pedir el traslado a otro lugar. "Sin pulseras no comíamos, y nos hacían sentirnos ciuadadanos de segunda. La gente nos rehuía al verlas porque pensaban que íbamos a crear problemas". (Carlos Fresneda / El Mundo / The Guardian)