EL VATICANO, 29 de junio de 2020.-El papa Francisco exhortó hoy a los cristianos a rezar por los gobernantes, incluso si no nos gustan o no piensan igual que nosotros, durante la homilía que pronunció en la misa oficiada en la Basílica de San Pedro por la festividad de San Pedro y San Pablo.
"San Pablo exhortó a los cristianos a orar por todos y, en primer lugar, por los que gobiernan. Es una tarea que el Señor nos confía. ¿Lo estamos haciendo? ¿O hablamos, insultamos y eso es suficiente? Dios espera que cuando oremos también recordemos a aquellos que no piensan como nosotros, a los que nos han dado con la puerta en las narices, a los que nos cuesta perdonar", expresó Francisco.
Pero lamentó con aire de decepción que "estamos tan acostumbrados a insultar a los responsables...". "Los calificativos (que usamos) son muchos, pero no los diré, este no es el momento de nombrar los calificativos", añadió el papa.
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El Papa en la misa oficiada en la Basílica de San Pedro por la festividad de San Pedro y San Pablo.
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También recordó que los primeros cristianos "en situaciones dramáticas", con las persecuciones, Herodes, "no se quejaban".
"Es inútil e incluso molesto que los cristianos pierdan el tiempo quejándose del mundo, de la sociedad, de lo que está mal. Las quejas no cambian nada", señaló Francisco.
"Esos cristianos no culpaban a los demás, sino que oraban. ¿Qué pasaría si rezáramos más y murmuráramos menos?", se preguntó.
Francisco también señaló que "hoy necesitamos la profecía, una profecía verdadera: no de discursos vacíos que prometen lo imposible, sino de testimonios de que el Evangelio es posible".
"No se necesitan manifestaciones milagrosas, sino vidas que manifiesten el milagro del amor de Dios; no el poder, sino la coherencia...No necesitamos ser ricos, sino amar a los pobres", y recordó la entrega de los apóstoles Pedro y Pablo.
Esta misa presidida por el papa en la Basílica de San Pedro es la primera concelebrada con los cardenales desde el período de cierre debido a la pandemia del coronavirus.
En esta solemne ceremonia de San Pedro y San Pablo, el papa bendice además, los palios que se impondrán a los arzobispos metropolitanos nombrados en todo el mundo durante el año.
El palio es una estola blanca confeccionada con la lana de 2 corderos, bendecidos con motivo de la festividad de Santa Inés, el 21 de enero. (eldiario.es)
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