sábado, 8 de abril de 2017

abril 08, 2017
CARACAS, 8 de abril de 2017.- Miles de opositores en Venezuela comenzaban el sábado a marchar por tercera vez en una semana en las principales ciudades de la nación petrolera, en una renovada ola de protestas en las calles contra la que consideran una "dictadura" impuesta por el presidente Nicolás Maduro.

Los enfrentamientos se iniciaron cuando los manifestantes decidieron a última hora dirigirse hacia la Defensoría del Pueblo, en el centro, bastión del chavismo y donde se ubican las sedes de los podres públicos.

A la altura del sector La Campiña se toparon con un piquete policial que lanzaba bombas lacrimógenas, según periodistas de la AFP en lugar.

Un reducido grupo de jóvenes con el rostro cubierto respondió con piedras, mientras el grueso de la marcha aguardaba detrás de ellos.

Los policías usaron bombas lacrimógenas contra los manifestantes en Caracas. (Reuters)

Asimismo, el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) denunció que la policía científica del país caribeño intimida a través de Twitter a personas que se han manifestado en la última semana en contra del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Gobierno de Nicolás Maduro.

"Ministros de la dictadura ordenan campaña de intimidación y delación de defensores de Derechos Humanos y manifestantes por redes sociales", aseguró Provea en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.

Las manifestaciones encabezadas por líderes de oposición surgieron en el país sudamericano una vez que el Tribunal Supremo de Justicia asumió funciones parlamentarias, provocando incluso una condena internacional que presionó a los magistrados a modificar sus sentencias parcialmente a petición de Maduro.

Tras las movilizaciones de la semana, el dirigente opositor y ex candidato presidencial Henrique Capriles fue inhabilitado el viernes por 15 años para postularse a cargos de elección popular, una sanción que avivó aún más el llamado a la calle.

Los enfrentamientos se iniciaron cuando los manifestantes decidieron a última hora dirigirse hacia la Defensoría del Pueblo. (AFP)

"El gobierno eligió el camino de la dictadura, dieron un autogolpe y el autogolpe sigue", aseguró Capriles, minutos antes de invitar a sus seguidores concentrados al este de Caracas a caminar hacia el centro de la ciudad, hasta la Defensoría del Pueblo, para pedir que apoye la remoción de jueces.

Las manifestaciones de las últimas horas han dejado a decenas de heridos, opositores detenidos y un estudiante universitario muerto por un disparo. En los inicios de la marcha del sábado se registraban algunos choques con fuerzas policiales.

Los hechos de violencia de la semana han llevado a grupos como Amnistía Internacional a condenar "el uso excesivo de la fuerza" por parte de los órganos de seguridad.

El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, tildó la marcha del sábado de "ilegal" pues las autoridades desconocían la ruta que anunció Capriles en la concentración.

"El gobierno tiene miedo. Si no tienes miedo, no tienes por qué cerrar la calle, no tienes por qué amedrentar, ni inhabilitar a Capriles sin tener razones", afirmó Gikeissy Díaz, una abogada de 27 años, cuando llegaba al punto de encuentro de la oposición al este de Caracas.

Manifestantes opositores marchan este sábado en Caracas. La Policía Nacional Bolivariana (PNB) impidió nuevamente el paso de la manifestación opositora hacia la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas, por lo que comenzaron los enfrentamientos con los manifestantes y el uso de gases lacrimógenos por parte de la PNB. (Cristian Hernández / EFE)

A su lado, otros opositores ondeaban banderas y carteles que decían "No más dictadura", mensaje que también repetían opositores en movilizaciones de otras ciudades al sur y occidente del país.

En la fronteriza localidad de San Cristóbal, cientos de manifestantes tuvieron que desviar la ruta hacia la defensoría por el bloqueo de las fuerzas de seguridad.

La oposición ha decidido no abandonar las movilizaciones para apoyar una destitución de los jueces que adelanta el Parlamento, donde tienen mayoría, pero requiere del apoyo de al menos otros dos poderes públicos como el defensor del pueblo, el contralor o la fiscal.

El contralor de la República informó en un comunicado el sábado que la inhabilitación que aplicó a Capriles le impide "el ejercicio de las funciones públicas" una vez que finalice su período como gobernador del estado Miranda.

La sanción, que lo descalifica para aspirar a la presidencia en los comicios del 2018, ya empezó a recibir críticas de grupos defensores de derechos humanos y gobiernos en la región.

El gobierno argentino, dijo en un comunicado, que "urge al Gobierno venezolano a que se respeten y garanticen los derechos y libertades políticas" y también pidió que se "deje sin efecto la proscripción política del señor Capriles".

Eddy Ortegano, una mujer de 50 años que se trasladó a la protesta opositora desde la barriada de Petare en Caracas, dijo que temía la sanción contra Capriles: "Es un líder que puede ganar la presidencia de la República", comentó. (El Comercio / Spiegel)