Mari Tere Menéndez Monforte
Más que la presentación de un libro, fue la exaltación de su vida. Dentro de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY), uno de los eventos más concurridos fue a presentación de la obra “Víctor Cervera Pacheco. Anécdotas de reporteros”. El acto estaba programado para las 7 de la noche pero comenzó a las siete y cuarto. El moderador fue Gaspar Gómez Chacón y los ponentes fueron Augusto Gómez Villanueva y Manuel Triay Peniche.
El primero en exponer lo referente a don Víctor Cervera Pacheco fue el espiteño Manuel Triay, quien conoció muy de cerca a VCP y que en innumerables ocasiones estuvo con él. Platicó sobre lo importante que para Víctor fue el desarrollo del Estado, la importancia que le dio a su pueblo.
Don Víctor siempre tuvo un enemigo acérrimo, el Diario de Yucatán, bajo la dirección en ese entonces de Carlos Menéndez Navarrete. Triay habló de todos los logros y positivismo que VCP tuvo durante su último período, el desarrollo de Mérida, que Yucatán no podía seguir siendo un Estado de los menores sino tenía que crecer y desarrollarse como un gran Estado con una gran ciudad. Para tal efecto creó más de 46,000 empleos, fueron empleos fijos, no empleos a fajeros, amplió el aeropuerto, abrió 56 COBAY (bachilleratos) en el Estado, creó el puerto de altura, que fue muy criticado pero ahora es el punto de desarrollo, el detonador turístico de Yucatán.
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Gaspar Gómez Chacón, Augusto Gómez Villanueva y Manuel Triay Peniche (foto: JMRM) |
Creó el “Palacio de Cristal”, el Complejo Deportivo de Inalámbrica, los Tecnológicos en el interior del Estado, la Universidad de Tekax.
Fue un hombre de trabajo, un hombre de lucha, nunca decayó. Cuando terminó la gubernatura se retiró por un tiempo de la vida política. Cuando decide regresar -continúa Manuel Triay- me lo comunica y yo le digo que tendría que hacerlo por la puerta grande y más importante, y se trataba de asistir a una entrevista y a una rueda de prensa nada menos que dentro del Diario de Yucatán, lo que él acepta pero siempre y cuando su entrevistador sea el Director del Diario, a quien siempre había retado, desafiado para un debate, a lo que el Sr. Menéndez siempre rehuyó e intentó que ese evento fuera ante un propio de él mismo, situación que don Víctor nunca aceptó. Era con él o con nadie.
Al cabo de unos días acepta la entrevista y le propone el Sr. Triay que sea dentro del Diario. Fue una entrevista de varios del rotativo contra él. En un principio fue álgida y tensa, pero Víctor, con esa capacidad política que siempre tuvo, logró capear el temporal y llevó bien el resto de la conversación, terminando de una manera amena y cordial.