EL CAIRO, Egipto, 4 de marzo.- Ahmed y Shaima, dos veinteañeros egipcios, querían que su boda fuera inolvidable. Y lo terminaron consiguiendo. El novio convirtió el baile nupcial en un calco de una de las últimas atrocidades perpetradas por el autodenominado Estado Islámico: el brutal asesinato del piloto jordano Muaz Kasasbeh, enjaulado y quemado vivo a principios de año en los confines del califato.
En el vídeo difundido por el fotógrafo encargado de inmortalizar la ceremonia, los amigos del novio -encapuchados y pertrechados con cuchillos- escoltan a la pareja hasta una jaula plantada en mitad de la pista. Entre rejas los recién casados se desfogan al ritmo frenético de una estridente canción egipcia. "Fue una sorpresa de mi esposo. La idea era mofarse del 'daesh' (el acrónimo en árabe del EI, IS o ISIS) y romper sus jaulas con nuestra celebración", cuenta a EL MUNDO.es Shaima Daif, desde hace unas horas la novia más famosa de la tierra de los faraones.