AMÁN, Jordania, 24 de mayo.- Las primeras palabras del Papa en Tierra Santa fueron un agradecimiento a Jordania por acoger a los prófugos, pero sobre todo aquellas con las que pidió un cese del conflicto en Siria. Francisco fue recibido en el Palacio real de Amán por el Rey Abdalá II, el único soberano que ya ha visitado al Pontífice en dos ocasiones en el Vaticano, y la reina Hania. Después del encuentro privado y de los saludos a la familia real, el Papa habló ante trescientas autoridades del reino, incluidos los líderes espirituales.
El Rey Abdalá II y la reina Hania reciben al Pontífice. (Reuters) |
Abdalá acogió al Papa diciéndole «Santo Padre, usted se ha comprometido a sí mismo en el diálogo, especialmente con el islam. Además de ser el sucesor de San Pedro, usted se ha convertido en la conciencia del mundo entero».
La soberana ha dado la bienvenida a Jordania al Papa sin poder ocultar la sonrisa que evidenciaba su gran emoción. (ansa) |
Hoy, subrayó el Papa en su discurso ante los reyes de Jordania, «es más que nunca necesaria y urgente una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto israelí-palestino». Además, agradeció en su discurso pronunciado en el Palacio Real de Amán, «a las autoridades de Jordania por lo que hacen y animo a que continúen comprometiéndose en la búsqueda de la esperada paz duradera para toda la región».
La pareja real con Francisco en el tradicional intercambio de regalos y luego la presentación de las delegaciones. (AFP) |
«Este país –dijo Papa Francisco– ofrece generosa acogida a una gran cantidad de refugiados palestinos, iraquíes y provenientes de otras zonas en crisis, en particular de la vecina Siria, azotada por un conflicto que dura desde hace demasiado tiempo. Esta acogida merece la estima y el apoyo de la comunidad internacional». El Papa también recordó el compromiso de la Iglesia a través de la Cáritas de Jordania.
Después volvió a pedir el fin de la violencia en Siria y la paz entre israelíes y palestinos. «Hoy, subrayó el Papa en su discurso ante los reyes de Jordania, «es más que nunca necesaria y urgente una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto israelí-palestino». Francico también expresó su «profundo respeto y aprecio por la comunidad musulmana». Además, agradeció en su discurso pronunciado en el Palacio Real de Amán, «a las autoridades de Jordania por lo que hacen y animo a que continúen comprometiéndose en la búsqueda de la esperada paz duradera para toda la región».
El Pontífice dirigió un saludo a las comunidades cristianas, «presentes en el país desde época apostólica», que «a pesar de ser hoy numéricamente minoría, tienen el espacio para desempeñar una cualificada y apreciada acción en los campos educativo y sanitario, mediante escuelas y hospitales, y pueden profesar con tranquilidad su fe, en el respeto de la libertad religiosa, que es un derecho humano fundamental, y que espero vivamente sea tenido en gran consideración en todo el Medio Oriente y en el mundo entero».
La libertad religiosa, explicó el Pontifice, «implica» también «la libertad de elegir la religión que se cree verdadera y de manifestar publicamente la propia creencia». (Andrea Tornielli / La Stampa / Clarín)