YO ESCRIBO los poemas que no escribió mi madre,
destilo su dolor
a través de esta pluma extemporánea.
Su dolor era el mar
o yo así lo veía desde el naufragio.
Ella tocaba el piano;
sus manos se deshacían sobre las teclas
como jirones de nube en el ocaso.
Dejó guardadas las palabras en el clóset
y yo las fui a robar cuando el silencio
estaba a punto de borrarnos.
Ahora lee mis libros
como quien hojea un álbum de recuerdos
y algo de juventud se le atraganta
mientras yo escucho una sonata inexistente
y la tarde, a las dos, se nos deshace.
Estela Ruiz Milán abraza a sus primas María Teresa Milán Espinosa y Guadalupe Milán Berzunza (de amarillo), en Progreso, Yucatán el 17 de marzo 2013.. |
ESTELA
ESTRELLA de octubre
rastro de luz
sobre mis años frágiles.
Te miro cómo escarchas esta noche,
cómo deslizas tus diamantes diminutos
entre todas las sombras.
Te veo tan lejana
y estás en mis pupilas.
Hay en los movimientos de mi cuerpo
una pincelada
que aprendí de tu paso por el cielo.
Estrella del otoño,
la historia tiene cauda.
Hubo un camino audaz que tú seguiste
para brillar auténtica y serena
en esta noche.
Repentina y eterna es tu presencia
como lo fue, como lo es,
mi infancia.
Estela y su hija Carmen Villoro Ruiz. |
(Los poemas están en el libro "El tiempo alguna vez", coedición FCE / UDG)
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