García-Burgos A., Universidad Anáhuac Mayab
González-Herrera L., Escuela de Medicina
Prevalencia y frecuencia de la enfermedad: La depresión se encuentra dentro del complejo y la clasificación de las enfermedades mentales y es la más común dentro de ellas, su incidencia se mantiene dentro de la misma complejidad estadística, debido a que se ha visto que el 40% de los pacientes acuden a consulta debido a ésta enfermedad.
Se define a la depresión como: “una amplia gama de problemas de salud mental caracterizados por la ausencia de afectividad positiva en la cual es una pérdida de interés en las actividades del individuo que previamente eran placenteras para éste” (1) se presentan simultáneamente bajo estado de ánimo, sentimientos de culpa, baja autoestima y pérdida de confianza”, esta definición puede simplificarse como una falta de motivación y baja de estado de ánimo, la cual influye en el área social, psicológica y biológica de un individuo.
Factores de riesgo: En la depresión, pueden existir diversos factores que pueden influir o determinar el comienzo de la enfermedad. Pueden citarse tres grandes esferas: Biológicas: “herencia, mayor predominio en mujeres, disminución de la actividad en los neurotransmisores, alcohol, enfermedades que detengan la actividad física de la persona.
Psicológicas: desorden en la personalidad, disfunción cognitiva y afectación en la integridad del paciente como abuso físico, ya sea sexual o psicológico en etapas tempranas de la vida.
Sociales: eventos estresantes como duelo, muerte de un familiar o persona cercana, estado civil comprometido y/o dificultades económicas”. (2)
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El tratamiento de la enfermedad puede salvar vidas. |
Signos y síntomas clínicos distintivos de la depresión
En diversas guías, sesiones informativas, se tiene catalogados síntomas específicos como: “ánimo deprimido, pérdida de interés en actividades previamente realizadas, anhedonia, como consecuencia de éstos tres síntomas primordiales pueden presentarse además alteraciones del sueño como insomnio, sentimientos de culpa, baja autoestima, dificultad en concentrarse y atención” (3), como última instancia: “ideas de muerte, que dependiendo de su entorno pueden incrementarse hasta que el paciente cometa actos que atenten contra su integridad y persona” (4)