BILBAO, España, 12 de noviembre de 2016.- La conexión vasca de Donald Trump se llama Adam Laxalt, un político republicano del Estado de Nevada, procedente de una familia de pastores del País Vasco francés y cuyo abuelo es Paul Laxalt, uno de los hombres de confianza de Ronald Reagan y quien consiguió que el expresidente norteamericano recibiera al lehendakari José Antonio Ardanza en la Casa Blanca en 1988. Laxalt, que apoya al excéntrico magnate que acaba de ganar las elecciones en EE UU, es el creador de la fiesta vasca de los republicanos -‘The Basque Fry’-, un evento popular en el que la ikurriña aparece junto a la bandera de las barras y las estrellas. Al acto asiste cada año la cúpula del partido de Trump.
Adam Laxalt, de 38 años, abogado y exteniente de la Armada, está considerado uno de los políticos en ascenso dentro de las filas republicanas. Su carrera cuenta con padrinos de renombre y un gran pedigrí en la formación del elefante. Su abuelo, como gobernador de Nevada, fue uno de los impulsores de los apoyos a la diáspora vasca en el territorio y su tío, el ya fallecido escritor Robert Laxalt, es uno de los impulsores de la cultura vasca en ese Estado de EE UU.
Adam Laxalt y Trump la noche electoral. |
Al igual que sus ancestros, Adam Laxalt se ha mostrado orgulloso de su pasado vasco. Hace dos años creó la denominada ‘Basque Fry’, un evento del Partido Republicano que consiste en una comida popular -se sirven chorizo y criadillas- y en el que también hay un espectáculo de danzas vascas. Por esta fiesta han pasado líderes como el neurocirujano Ben Carson, un aspirante a la Casa Blanca que, tras ser derrotado por Trump en las primarias, pasó a formar parte de su equipo. En la noche electoral, el nuevo presidente de Estados Unidos citó expresamente a Carson en sus agradecimientos. Su nombre suena en los medios norteamericanos como uno de los posibles miembros del nuevo Gobierno. Esa noche, el propio Adam Laxalt se fotografió con Donald Trump.