MADRID, España, 3 de febrero.- El líder del PSOE, Pedro Sánchez, tratará de cuadrar el círculo en las próximas semanas para conformar una compleja mayoría que apoye a un Gobierno «transversal, progresista y de cambio» presidido por él mismo. El reto parece imposible incluso para una gran parte de los dirigentes socialistas, con el Congreso más fracturado de la historia y un Grupo Socialista con sólo 89 escaños.
A pesar de todo, el secretario general del PSOE asumió el martes sin pestañear el encargo del Rey Felipe VI de tratar de formar Gobierno tras el segundo paso a un lado de Mariano Rajoy. Para conseguirlo y desde hoy, el Partido Socialista abrirá negociaciones «con todas las fuerzas políticas». Su objetivo será buscar el voto favorable o la abstención especialmente de lo que él llama las «fuerzas del cambio» -Ciudadanos y Podemos-, a las que pidió que «abandonen los vetos».
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Audiencia del Rey a Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). (Twitter Casa de S.M. el Rey) |
La negociación parece imposible, a la desesperada. Tanto Pablo Iglesias como Albert Rivera se han vetado mutuamente y el PP no contempla tampoco, de momento, apoyar un Ejecutivo socialista. El líder del PSOE, sin embargo, se mostró fuerte y determinado en el Congreso: «Yo no soy Rajoy; yo voy en serio y llegaré hasta el final para formar Gobierno».
Sánchez es consciente de que el camino que tiene por delante es largo y complejo. Sin embargo, él y su equipo confían en que podrá conseguir un Gobierno en solitario del PSOE con el apoyo activo o pasivo (la abstención) de C's, Podemos, PNV e Izquierda Unida. Todo frente a un PP noqueado por la corrupción y un presidente del Ejecutivo en funciones que no llegó a declinar el ofrecimiento del Rey para formar Gobierno porque ni se lo pidió.
Desde la noche electoral, Pedro Sánchez defiende que el PSOE es la primera de «las fuerzas del cambio», «la alternativa» al PP. Y defendió ya desde entonces que si Rajoy no consigue ser presidente -el líder popular, de momento, ha desistido dos veces-, es su «responsabilidad» intentarlo. Todo ello a pesar de la delicada situación interna del PSOE y de la oposición a intentar gobernar de gran parte de sus dirigentes. Varios presidentes y barones desconfían abiertamente de Sánchez. Es el caso de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y de los de la Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla-La Mancha, entre otros.
Documento en el que el S.M. el Rey propone a @sanchezcastejon como candidato a la #investidura @CasaReal
Sánchez entiende que tiene la obligación de tratar de ser presidente, aunque la negociación parezca imposible. Él intentará con todas sus fuerzas conformar ese «Ejecutivo del cambio». Si finalmente no es posible, el líder del PSOE cree que los electores castigarán en las urnas al culpable de la repetición de las elecciones.