Los dos policías -Rafael Ramos y Wenjian Liu- se encontraban en el interior de su vehículo en el cruce de las avenidas Myrtle y Tompkins en el barrio de Bedford-Stuyvesent, en el distrito de Brooklyn, cuando el hombre se acercó y abrió fuego.
«Fueron tiroteados y asesinados sin aviso ni provocación. Fueron simplemente asesinados. Atacados por su uniforme», señaló en una conferencia de prensa el jefe del Departamento de Policía de Nueva York, William Bratton.
El pistolero, identificado como Ismaaiyl Brinsley, caminó hasta el automóvil y disparó varias veces a través de la ventanilla delantera, alcanzando a los agentes en la cabeza, según Bratton. "No pudieron sacar sus armas. Probablemente, ni siquiera vieron a su asesino", añadió.
Los dos agentes fueron trasladados al hospital Woodhull, donde fallecieron, convirtiéndose en los primeros policías muertos por disparos en Nueva York desde 2011.