Eduardo Ibarra Aguirre / Utopía 1473 / 28-XI-14
Primero las formas utilizadas y que fueron las de siempre, como si el país y su gente en las calles y las redes sociales, fueran los mismos de hace dos meses.
El súper solemne acto fue ayer en Palacio Nacional y previamente fueron sembradas grandes expectativas como las que, entre otros, promovió Miguel Ángel Osorio con los accionistas del duopolio de la televisión y el oligopolio de la radio en eso que llaman Semana Nacional. Son grandes componentes de los poderes fácticos y realizan desconocidos esfuerzos por desmarcarse de Enrique Peña Nieto después de ayudarle pacientemente a forjar su exitoso camino del Palacio de Gobierno (de Toluca) a Los Pinos.
La solemnidad quedó subrayada por el presídium al más viejo estilo, con los políticos y los representantes de casi siempre, los señores y señoras presentados uno por uno, la grandilocuencia discursiva y el besamanos ahora a cargo del presidente que va y saluda a cada uno de los gobernadores y otros funcionarios.