sábado, 1 de agosto de 2020

agosto 01, 2020
WASHINGTON, 1 de agosto de 2020.- Los agentes federales de Estados Unidos desplegados en la ciudad de Portland, en Oregon, escenario de fuertes protestas, permanecerán en la ciudad hasta que la policía local pueda terminar "la limpieza de anarquistas y agitadores", advirtió el presidente, Donald Trump.

Las fuerzas, cuyo despliegue es considerado por muchos como parte de la estrategia de ley y orden del mandatario con vistas a su reelección en los comicios de noviembre, y que ha exacerbado las tensiones con los manifestantes contra el racismo, habían empezado su retirada de Portland el jueves.

"Seguridad Interior no abandonará Portland hasta que la policía local termine la limpieza de Anarquistas y Agitadores", tuiteó el mandatario, cuando los agentes federales habían iniciado un retiro programado de la mayor ciudad del estado de Oregon, sacudida por fuertes protestas contra el racismo y la brutalidad policial.

Cientos de manifestantes estaban en las calles del centro de Portland este sábado temprano en la mañana, pero no había fuerzas federales a la vista.

Un manifestante, que solo dio su nombre de pila, Rudi, se preguntó: "¿Qué significa limpiar?".

"No sucede nada que necesite una limpieza ... sin disturbios, sin saqueos. Trump solo está hablando para agitar a su base", dijo a la AFP el hombre de 39 años.

A pesar de que la gente permanecía en las calles, el ambiente era tranquilo, sin presencia visible de agentes federales.
El movimiento "Black lives matter" no frenó las marchas contra el racismo desde la muerte del afroamericano George Floyd en mayo en Minneapolis, en manos de un policía blanco. (AFP)

Antes, la policía de Portland despejó el viernes parques y carreteras del centro de la ciudad en anticipación de la retirada gradual de las fuerzas federales.

El alcalde de Portland, el demócrata Ted Wheeler, aseguró que esa acción formaba parte del acuerdo de retirada de los agentes federales, cuya presencia había avivado la tensión en las últimas semanas.

En un tuit a última hora del viernes, Wheeler dio las gracias a los manifestantes pacíficos y dijo que habían "reclamado el espacio que había sido escenario de violencia para compartir su poderoso mensaje de reformar la justicia". 

Julio de furia

A principios de julio, el gobierno de Trump envió agentes federales, muchos con uniformes de combate, a esta ciudad de 650.000 habitantes después de que se registrasen actos vandálicos contra la sede de la corte federal y otros edificios públicos durante las protestas desatadas por la muerte en Minneapolis del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía blanco el 25 de mayo.

La presencia de las fuerzas federales inflamó la situación en Portland, sobre todo después de que salieran a luz videos en los que se veían manifestantes arrestados por agentes en autos sin identificación.

Los demócratas denunciaron que la intervención apestaba a "estado policial" y que se trataba de una decisión política para demostrar a los votantes que Trump es un presidente comprometido con la justicia y el orden. 

El fiscal general del país, Bill Barr, defendió el recurso a las fuerzas federales y rechazó que tenga motivación política.

"Luego de la muerte de George Floyd, manifestantes violentos y anarquistas han secuestrado las protestas legítimas para desatar el caos y la destrucción sin sentido en víctimas inocentes", dijo Barr ante el Comité de Justicia del Congreso.

Según un acuerdo alcanzado entre las autoridades de Oregon y la administración de Trump el miércoles, las fuerzas federales iban a empezar a retirarse de la ciudad el jueves. 

Sin embargo, su retirada estaba condicionada a que la policía local garantizara la seguridad de los edificios que albergan las instituciones que habían sido objeto de la ira de los manifestantes. 

El secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, advirtió a principios de semana que la retirada dependía de que la situación de seguridad mejorara "significativamente". Y el jueves Trump reiteró la necesidad de una intervención federal. 

"Hemos estado tratando con el gobernador y el alcalde y creemos que no saben lo que están haciendo, porque esto no debería haber estado sucediendo durante 60 días", dijo a los periodistas.

"No es nuestro trabajo entrar y limpiar las ciudades. Se supone que eso lo tiene que hacer la policía local", agregó Trump. (Clarín / AFP)

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