domingo, 19 de enero de 2020

enero 19, 2020

Cuando nos ponemos en acción para realizar algún trabajo, algún proyecto o simplemente para realizar alguna tarea, siempre buscamos la forma de que sea lo mejor posible y también hacerlo de una manera que no nos absorba mucho tiempo; esto con el fin de hacernos más efectivos y productivos.

Sin embargo, en muchas ocasiones no contamos con las formas y mucho menos con la manera para poder mejorar nuestra forma de trabajar y por eso estamos aquí, para poder utilizar dos conceptos muy útiles y aplicarlos a nuestra forma de trabajar y hacerlo de la mejor forma posible, estos conceptos son: La eficiencia y la eficacia.

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Comencemos por definir estos conceptos:

La eficacia es la capacidad de realizar el resultado esperado o, en otras palabras, la capacidad de cumplir objetivos tal como se desean y por otro lado la eficiencia es la capacidad de lograr dicho objetivo con el mínimo de recursos posibles y en el mínimo tiempo.

Entendamos que mientras la eficacia vela por el “cómo hacerlo”, la eficiencia vela por el “con qué hacerlo” y en conjunto estas dos abren la puerta para una herramienta más grande que es: La efectividad.

Llegado a este punto, la gente se pregunta ¿entonces que debo de procurar, la eficiencia o la eficacia?, la respuesta es muy simple, se deben procurar las dos, solamente así encontraremos ser realmente efectivo en el sentido amplio de la palabra y al ser efectivos lograremos ascender a niveles más altos de productividad.

Entonces ¿cómo ser más eficiente y efectivo? Ahí es donde radica la duda de muchas personas y vamos a contestarlas ya que a mi parecer existen 3 pilares fundamentales para poder iniciar nuestra mejora continua.

1.- Despeja los distractores: Si no nos damos el tiempo de aislar todo lo que puede robarnos nuestra atención o que simplemente puede atrasarnos para realizar nuestras labores, nunca podremos hacerlo de la mejor manera porque incluso una distracción puede despistarnos lo suficiente para no fijarnos de los detalles más pequeños. Es por eso que si en nuestros objetivos está el trabajar mejor necesitamos encontrar formas de concentrarnos de forma ininterrumpida porque a fin de cuentas lo que te distrae te roba energía y la energía es lo más importante para realizar un buen trabajo.

2.- Prioriza: Encontrar cuales son nuestras tareas más importantes es una tarea de suma importancia ya que solo así descubriremos si las tareas que estamos realizando en realidad son necesarias porque de nada sirve estar muy ocupados con muchas tareas y que todas las hagamos con la misma energía o importancia ya que no todas las tareas tienen la misma urgencia de ser atendidas. Priorizar nos permite administrar nuestra energía y tiempo de forma orgánica para poder hacerlo lo mejor posible.

3.- Establece metas cortas: Un gran objetivo es el resultado de muchas metas pequeñas y con eso debemos entender que no podemos perseguir una meta gigante si no consideramos todos los pequeños pasos que llevan directo ahí, es como querer subir una montaña pensando solo en la cima y sin considerar todo el proceso que lleva alcanzar ese lugar.

La efectividad es un habito y debemos mejorarlo, debemos cultivarlo y entrenarlo, no podemos concebir una vida efectiva y productiva sin herramientas nuevas, mejorarnos a nosotros mismos debe ser la prioridad principal porque nosotros mismos somos nuestro recurso principal y para ser un mejor recurso debemos ser más, saber más y hacer más.

Espero que esta información te sirva y te sea útil porque creo que todos tenemos oportunidad para alcanzar nuestras metas, en especial tu porque si estas leyendo esto, quiere decir que esta preocupado por tu estilo de vida y mas que estar preocupado estas ocupado, que es mas importante, te deseo mucho éxito.

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