MÉRIDA, Yucatán, 8 de octubre de 2019.- Eso de Trump de que "Si Turquía hace algo que a mí, con mi sabiduría sin igual..." es mentira. No puede ser que una de las personas más poderosas del mundo sea imbécil.
Trump no tiene nada de imbécil. Es un genio, revisen su biografía. Se levanta, sonríe, se frota las manos y piensa: A ver qué graciosidad digo hoy para que la gente se burle de mí jejeje y digan que soy un idiota y luego voy y me almuerzo a unos cuantos enemigos como si fueran pedazos de pizza o hotdogs. Es teatro. Él se burla. Se burla de nosotros.
Pero no soy Dios ni estoy guardada dentro del ropero de Trump para espiar qué gestos hace cuando se ve al espejo del baño antes de lavarse la cara. Así que lo anterior es una hipótesis. No me consta.
Lo que sí sé es esto: Estoy harta de que el Menéndez que maniobra sus tejemanejes allá en diagonal hasta San Juan ande diciendo que el periodista autético más auténtico de todos los periodistas auténticos es ÉL, porque ÉL de joven fue un periodista heroico und so weiter.
Hartas. Fastidias. Caes mal.
Soberbia.
Se dice periodista.
Sin adjetivos.
¿Que no lo habías oído nunca? No me vengas con ésas.
Por favor, Te quiero. Gracias por el obituario policiaco. Pusiste su mejor foto.
Deja de decir que eres una maravilla. Es ridículo. Dices que dices la verdad! Avergüenzas a la familia. Quieres hacer el favor de abandonar el doble lenguaje?
Estoy molesta contigo. (María Teresa Menéndez Monforte)
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