miércoles, 4 de septiembre de 2019

septiembre 04, 2019
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de septiembre.- Una mala operación política de Morena en la Cámara de Diputados expuso al Ejecutivo federal y a Porfirio Muñoz Ledo (86 años), quienes fueron objeto de injurias y señalamientos con calificativos que oscilaron entre espurios y tiranos. Todo por la presidencia de la Mesa Directiva que, al final, Morena no retuvo este día.

Fue Muñoz Ledo, quien mediante sorpresiva renuncia a la mesa, zanjó el conflicto político.

“He escuchado con cuidado a las oradores y oradoras durante estas horas y reflexionando, vengo a anunciar mi retiro de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Agradezco las alusiones a mi persona, he registrado más de 100, unas amables, otras críticas; algunas, las menos, injuriosas”, dijo al filo de las 8 de la noche el morenista Muñoz Ledo.

Luego de seis horas de discusión, acusaciones y guerra de mantas entre el bloque PAN-MC-PRD, y el de Morena-PES-PT, motivado por la intentona morenista de modificar la Ley Orgánica y extender a un año y medio la presidencia de la Mesa Directiva, Muñoz Ledo hizo una jugada política que lo reposicionó como hombre de Estado y orilló a la derecha a enaltecerlo nuevamente.

Para retener la Mesa directiva, Pablo Gómez, vicepresidente del grupo parlamentario de Morena, presentó una iniciativa de reforma luego de que el PAN no lograra las dos terceras partes en su propuesta para encabezarla, como lo marca el artículo 17 de la Ley Orgánica de San Lázaro.

Enlace a nota con video en La Jornada.

La misma ley establece que en tanto ello no ocurra, el presidente en turno, es decir Muñoz Ledo, se mantiene hasta las 12 de la noche del 5 de septiembre, mientras se logra un acuerdo político.

En la iniciativa de reforma, los morenistas propusieron que el partido con mayoría absoluta, en este caso Morena, se mantuviera hasta el 31 de enero de 2020 y los 18 meses restantes de la Legislatura se distribuyeran en periodos iguales a PAN, PRI y finalmente PT.

Para lograr que un partido de la alianza Juntos Haremos Historia, el PT, encabezara el último tramo legislativo que coincidirá con las elecciones federales del año 2021, la coalición realizó movimientos políticos que llevaron una recomposición numérica.


Los tres partidos se prestaron entre sí legisladores, quedando al final el PT como cuarta fuerza política con 33 diputados. El movimiento se realizó pensando en que bastarían los votos para modificar la ley.

Sin embargo, conforme fue subiendo de tono la discusión donde Muñoz Ledo fue tachado de “espurio”, Andrés Manuel López Obrador de “tirano”, y los integrantes de la coalición de “lacayos”, la situación política se fue complicando, incluso, el propio presidente de la República se molestó por el tono que iban adquiriendo los reclamos.

Desde el principio, la iniciativa no gustó al PAN, quien junto con PRI, MC y PRD, solicitaron que se retirara del acuerdo su firma. Pero nunca estuvo tal, por lo que el propio Mario Delgado tuvo que aclarar.

Lo anterior no fue suficiente porque la esencia era la pretensión de Morena de quedarse un año y medio con la presidencia de la Mesa Directiva y no un año.

La conducción del debate y la complacencia de Morena para que este se ampliara y quienes estaban en desacuerdo pusieran hablar, los llevó a aceptar 11 mociones suspensivas que presentó el PAN. La ley solo establece que se debe presentar una.

Los panistas, en lugar de utilizar el tiempo para detallar y argumentar cada moción, recurrieron al ataque directo contra Muñoz Ledo y el presidente de la República.

Por ejemplo, Mario Mata Carrasco, del PAN, expresó, dirigiéndose a Morena:

“¿Saben qué están representando?: son unos lacayos, marionetas de un tirano que cambió y que tuvo todo el beneficio de todos nosotros y ahora nos esta decepcionando, y ustedes le están haciendo el juego. ¡Qué vergüenza!”.

Antes, Sarahí Gómez, del mismo partido les recetó:

“Ustedes siguen siendo unos simples lacayos de un solo hombre que en el año 2021 no los va a ver”.

La también panista le dijo, primero, a Muñoz Ledo: “¡qué triste sepultar una carrera de servicio!” Al señalamiento le precedió el grito contra el presidente de la Mesa: “¡eeessssspúuuurioooo!”.

Luego, agregó la panista:

“Hoy están instalando ese régimen, el régimen autoritario, es peor que eso y ojalá y el pueblo se los demande”.

Otra panista, Verónica María Sobrado Rodríguez fue más allá y vaticinó que lo que Morena pretendía realizar en ese momento se extendería más tarde a lo largo del país, con Andrés Manuel López Obrador al frente:

“Instalar en nuestro país una dictadura. Lo que sucede hoy en el Congreso es una muestra de lo que ustedes están haciendo. Es una dictadura.

“Queremos legalidad y respeto a nuestros derechos, queremos que no regrese el pasado como lo está haciendo su presidente Andrés Manuel López Obrador. ¡En el PAN decimos ‘no’ a la dictadura de Morena!”. 

Hubo otros panistas, como Miguel Alonso Riggs Baeza, que fueron más allá y acusaron a Muñoz Ledo, (el hombre reconocido como un luchador e impulsor de la democracia), de traidor.

“Lo que están haciendo es robarse, a la brava, la Mesa Directiva, y ahí sí pisan la ley. Si los diputados de ustedes son unos traidores, el diputado Muñoz Ledo es igual o hasta peor de traidor”, soltó.

Los panistas siguieron diciéndole a Morena que se quedaran con la Mesa Directiva, y acusándolos de “gandallas”.

Del lado de Morena, su coordinador, Mario Delgado, nunca subió a defender a Porfirio Muñoz Ledo ni tampoco quien elaboró la iniciativa, Pablo Gómez, argumentó a favor.

Luego de seis horas de insultos, Muñoz Ledo reapareció en la presidencia de la Mesa para anunciar su renuncia.

“Hoy se crea el peligro de una crisis institucional, la solución política es propiciar los entendimientos para llegar a un acuerdo que nos permita transitar institucionalmente. Promoveré y acompañaré los diálogos parlamentarios que conduzcan a este fin.

“No seré obstáculo para los entendimientos y garantizaré la legalidad de un proceso a fin de evitar esta delicada crisis que se nos avecina”, dijo.

El salón de sesiones estalló en aplausos.

Morenistas, panistas, perredistas, emecistas, priistas y, por supuesto, el PVEM, PT y PES, gritaban: ¡Porfirio, Porfirio, Porfirio!”.

Luego llegaron los abrazos. Dolores Padierna se fundió en apoyo total a Muñoz Ledo. Posteriormente habló el coordinador del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, el de MC, Tonatiuh Bravo, y Verónica Juárez Piña, de PRD. Todos, enalteciendo la actitud de Muñoz Ledo. Reconociéndole su humildad y la capacidad de renunciar a una posición en pos de una trayectoria intachable.

Y remató con su tradicional ingenio político que lo ha engrandecido:
“Toda mi vida he pensado que la principal virtud de un político es la congruencia, también que se puede tener el poder y no pasar a la historia. Se puede pasar a la historia sin tener el poder”.

Enseguida citó para mañana a la 11:00 horas donde, sin decirlo explícitamente pero sí entendiéndolo todos los coordinadores parlamentarios, los obligó a reunirse para que antes de las 12 de la noche del 5 de septiembre, puedan llegar a un acuerdo respecto a la presidencia de la Mesa Directiva. (Jesusa Cervantes / Proceso)

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