miércoles, 7 de agosto de 2019

agosto 07, 2019
CIUDAD JUÁREZ, Chihuahua, 7 de agosto de 2019.- Después de cuatro días de la masacre ocurrida en la tienda Walmart de Cielo Vista, la primera de las ocho víctimas mexicanas pudo ser repatriada, luego de que transcurrieron las investigaciones forenses y los múltiples trámites para el traslado.

La maestra Elsa Mendoza Márquez, de 57 años de edad, volvió a Ciudad Juárez, su casa, de la forma más inesperada, en una carroza fúnebre que la trasladó a donde familiares y amigos la esperaban para despedirla tras su sorpresiva partida. 

La directora de la escuela primaria Club de Leones Rafael Veloz viajó a El Paso, Texas la mañana del sábado para visitar a parte de su familia, para su infortunio, entró a la tienda Walmart de Cielo Vista a hacer una compra rápida y coincidió allí con un asesino que, al igual que a otras 21 personas, le arrebató la vida. 
La Profra. Elsa Mendoza con su esposo, Dr. Antonio de la Mora.

El cuerpo de la maestra cruzó la frontera alrededor de las 12:30 horas en una carroza negra que la trasladó hasta la funeraria Recinto de la Oración, donde ya la aguardaban familiares y amigos.

En el lugar, Gerardo Córdova Saucedo, compañero del plantel educativo, la recordó como una mujer alegre, servicial y siempre con una sonrisa dispuesta a servir. “Toda la familia está devastada y compartimos su dolor”, expresó el maestro jubilado.

Por otro lado, Aurora Mejía, quien conocía a la víctima desde que estudiaron en el Centro de Actualización del Magisterio (CAM), expresó una profunda tristeza por la necesidad de iniciar el próximo ciclo escolar con esta gran ausencia.

La maestra admitió que será difícil el regreso a clases sin la presencia y apoyo de quien, hasta el día de su muerte, fue su directora, tanto para el plantel docente como para los alumnos, con quienes la maestra Elsa entabló relaciones muy directas y afectivas.

Asimismo, la mujer se mostró conmovida por los hechos ocurridos en El Paso y admitió que, hoy más que nunca, se debe pensar en lo que se está sembrando en los niños, pues es necesario analizar lo que se les inculca tanto en casa como en las escuelas, ya que son personas las que finalmente originan tragedias como la ocurrida el sábado en la ciudad vecina.


Por su parte, Ruth Vargas Márquez, prima de la fallecida dijo que la tragedia es un llamado de conciencia a toda la sociedad, no solamente a las autoridades y políticos, puesto que “como sociedad debemos fijarnos qué valores estamos compartiendo, lo que ocurrió el sábado es totalmente incomprensible”.

Ruth pidió que su prima fuera recordada a través de todas las generaciones que entregó a la sociedad “ese es su más grande legado, no solo la familia, sino todos los que estuvieron cerca de ella, tenemos que entender que solo a través del amor y respeto podemos generar un cambio”, dijo.

A los servicios funerarios de la maestra Elsa Mendoza acudió también el rector de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Juan Ignacio Camargo Nassar, quien arribó al lugar minutos después de la llegada de la carroza.

Camargo Nassar explicó que se encontraba en el lugar para acompañar a un amigo en una gran pérdida, refiriéndose al doctor Antonio de la Mora, esposo de Elsa, quien es un catedrático reconocido y apreciado en la UACJ.


Antonio de la Mora y uno de sus dos hijos esperaban a Elsa en el estacionamiento cuando esta pasó a Walmart a hacer una compra rápida antes de reunirse con sus familiares, sin embargo, ya no regresó.

Al dar a conocer la noticia de la muerte de su esposa, De la Mora expresó “despido a mi compañera, la más maravillosa de las mujeres, un ser lleno de luz que seguirá iluminándonos nuestro caminar por el tiempo que así disponga la vida…te vamos a extrañar amor”.

Los servicios funerarios continuarán este día con una misa a las 13:00 horas, tiempo de Chihuahua, y el sepelio a las 14:30 horas en el mismo Recinto de la Oración.

La primera de los ocho mexicanos que murieron el sábado en el tiroteo de El Paso regresó a su ciudad.

José Hernández Polo tuvo a Mendoza como profesora de español en El Paso durante una parte de su carrera, que la llevó al otro lado de la frontera.

“Era muy buena maestra”, dijo. “Sabía un español muy cultural, literario”. Agregó que era paciente y siempre buscaba ayudar a sus estudiantes.

María Teresa Fuentes Vera fue una de las instructoras de Mendoza hace dos décadas, cuando estudiaba para convertirse en maestra. Recuerda a Mendoza como estudiosa y dedicada. El marido de ésta incluso fue director de ese programa de docencia mientras ella estuvo ahí, pero Mendoza nunca sacó ventaja de ello, aseguró Fuentes.

Aurora Edith Mejía estudió para ser profesora con Mendoza en esa misma escuela a mediados de los años 90 y también la recuerda como una persona muy comprometida y como una de las mejores estudiantes.

“Fue una persona excepcional”, dijo Mejía. La carga del trabajo del curso era grande y tomaban lecciones en sábado y durante vacaciones porque varios tenían otras responsabilidades. “Allí éramos como una familia”.

Mejía la vio recientemente en la escuela primaria Juárez, donde Mendoza era directora, y dijo que estaba muy ocupada con los preparativos para el año escolar que está a punto de iniciar. (El Universal / AP)

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