viernes, 3 de mayo de 2019

mayo 03, 2019
“Autopsia” de un flagelo

Depresión, problemas con el alcohol, económicos, en la dinámica familiar o con la pareja son los cuatro factores que se identificaron como la causa por la que numerosos yucatecos decidieron quitarse la vida el año pasado.

Lo anterior, de acuerdo con datos de la “Autopsia psicosocial del suicidio” que realizó con familiares cercanos de los suicidas la Subdirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud del Estado (SSY).

Así lo manifiesta el doctor Salvador González Gutiérrez, jefe del Departamento de Prevención de Depresión y Suicidio de la citada dependencia.

Ayer el funcionario participó como ponente en el XXIII Curso Peninsular de Actualización Médica para Graduados.

Ahí puntualizó que el año pasado se suicidaron en Yucatán 246 personas, una cifra mucho más alta que la de 2017, que fue de 197 casos.

El funcionario aportó datos relevantes sobre los hechos de suicidio en el estado, siendo que Yucatán continúa ocupando uno de los primeros lugares del país.

En 2018 ocupó el segundo puesto nacional, solo superado por Chihuahua.

El doctor señala que como parte de la labor de prevención del suicidio que realizan, efectuaron un estudio denominado “Autopsia psicosocial del suicidio” en 127 casos, mediante el cual obtuvieron datos relevantes.

Uno de ellos es que quienes se suicidaron en 2018 estaban en su mayoría en edades productivas: el 62% tenía entre 18 y 38 años.

Según apunta González Gutiérrez, hace algunos años se decía que un factor de protección en el tema de suicidio era vivir en pareja, estar casado o tener un compañero de vida.

Sin embargo, indica que en los casos estudiados vieron que un gran número de los que se suicidaron vivía en pareja, y fueron menos los solteros que optaron por quitarse la vida.

Algo que les llamó la atención es que muchos suicidas no dejaron una nota póstuma, pues habitualmente en el suicidio hasta hace unos 10 ó 15 años se hablaba de que había que buscar una nota donde la persona dijera “no se culpe a nadie de mi muerte”, lo cual es importante porque eso habla de que la persona que deja una nota póstuma estaba planeando su suicidio.

De los casos estudiados, menos del 20% dejó una nota póstuma, lo que significa que no fue un proceso tan pensado, sino que el suicidio fue impulsivo y se dio ante una situación de conflicto dentro del medio familiar.

Un dato grave encontrado en el estudio es que de las 127 autopsias psicosociales realizadas se encontró que en el 52 % de los casos los sujetos ya tenía intentos previos de suicidio.

“Y a lo mejor por falta de atención de la familia y de las instancias y personas que tuvieron contacto cuando quiso hacerse daño, no hubo seguimiento del caso y en una segunda o tercera ocasión lograron su cometido de quitarse la vida”.

El doctor González considera importante que las personas no se asusten cuando se hable de suicidio ni minimicen los mensajes verbales o de comportamiento que pueda mostrar una persona que tiende al suicidio, es clave quitarse el miedo y ayudarlos.

“Si ven, por ejemplo, que su hijo de 14 ó 15 años se aísla, se ve triste, baja sus calificaciones en la escuela, comienza a decir que no se siente a gusto, que ya no quiere vivir, es necesario tomar cartas en el asunto”.

“No debe tomarse como un chantaje o como algo para llamar la atención, sino que debe ser escuchado y atendido, pues el riesgo de que se haga daño es muy alto.

Importa el tratamiento
El funcionario destaca que están trabajando también con las familias en cuyo seno se haya tenido un intento de suicidio para que entiendan bien lo que sucede y apoyen a su familiar, porque “si ya lo intentó una vez y no se da un buen tratamiento, es muy probable que vuelva a intentarlo”.

Lo correcto ante estas situaciones es recibir atención en el área de la psicología y psiquiatría, detalla.

A la par, asegura que la Secretaría de Salud ha reestructurado en estos tres meses de trabajo los servicios de salud mental para dar atención a estos problemas, para que se atiendan de fondo.

Hay cuatro factores que se han identificado como causas del suicidio entre los yucatecos, siendo el primero de éstos la depresión, pues muchos estaban bajo un estado de ánimo bajo; es decir, en depresión, precisa.

Muchos tenían problemas con el alcohol, ya que el 60% se suicidó después de ingerir bebidas alcohólicas, dice.

Los problemas en la dinámica familiar son otro se esos factores, por conflictos en la comunicación con la pareja, por lo que cuando viene un conflicto y están alcoholizados y bajos de ánimo es fácil que intenten suicidarse.

El cuarto factor es el aspecto económico porque, de acuerdo con el estudio, un porcentaje muy alto de los suicidas tenía fuertes problemas en este rubro.

También hay que tomar en cuenta como un dato de alerta el que la persona haya intentado suicidarse antes y de que en el ambiente familiar una persona lo intentara o lo consiguiera.

De los 246 suicidios registrados el año pasado en el estado, poco más de la mitad se registró en Mérida.

Hay otros municipios que también les preocupan por el alto número de casos registrados, como son Kanasín y Umán; es decir, es en la zona conurbada, donde el índice de suicidios es más alto.— IRIS CEBALLOS ALVARADO

SSY Estudio
El subdirector de Salud Mental también se refirió a los casos de suicidios entre los jóvenes.

Familias disfuncionales
El doctor destaca la influencia familiar, pues si un joven está deprimido “seguramente está viviendo un ambiente familiar de mucha discusión o conflicto, es probable que sean familias desintegradas o disfuncionales, y se genera en ellos una sensación de insatisfacción con el estilo de vida que tienen”.

Visión negativa
Ante ello, comenta, si se presenta una situación de conflicto con la pareja sentimental; por ejemplo, piensa: “Tengo problemas con la novia, en casa con mis papás, mejor ya no le sigo”.

Conservación
El doctor señala que se ha perdido el valor de la vida y lo más inquietante es que una persona que intenta suicidarse va contra algo que es instintivo, la conservación de la vida.

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