miércoles, 3 de octubre de 2018

octubre 03, 2018
Pedro Echeverría V.

1. El entusiasmo por el triunfo presidencial de López Obrador le dio un gran realce a las manifestaciones de apoyo al 50 aniversario del  2 de octubre de 1968, o asesinato de estudiantes en Tlatelolco. Se informó de la asistencia de 90 mil personas concentradas en el mitin del zócalo de la ciudad de México después de marchar desde cinco grandes avenidas de la ciudad. Aunque fui invitado por compañeros, por convicción no asistí ayer; lo había hecho en unas 20 ocasiones anteriores. La realidad es que fue un proceso de 50 años que fue desgastándose hasta no sentirlo.

2. Pienso que ya basta; que hoy esas movilizaciones son como una fiesta sin confrontación o combatividad que parece definitivamente integrada al establecimiento. Así tiene que ser porque hay aconteceres mucho más importantes muy ligados a los momentos actuales. Recuerdo que la revolución mexicana (1910/17) en 1940 perdió su fuerza y sus festejos. La expropiación petrolera sólo vivió unos 20 años para luego convertirse en un festejo burocrático. Los festejos por la Independencia han perdurado porque se convirtió en convivencia familiar.

3. Como puede leerse en mis muchos artículos y un folleto escrito sobre el movimiento de 1968, he subrayado que  lo importante, el llamado “corte histórico” no es 1968 francés, alemán, estadounidense, mexicano o checo, sino por mucho toda la década de los sesenta que significó todo un cambio cultural plenamente liberador que penetró en la familia, la iglesia, la pareja, la pintura, la música. Basta consultar lo sucedido en Francia, Alemania, EEUU, etcétera, para ver que en esos países todo estaba cambiando y el mayo francés, alemán, fue producto de esos cambios.

4. El rompimiento de la familia, el combate contra el paternalismo y el autoritarismo, las comunas hippies, la liberación femenina, el autoritarismo en el hogar, las escuelas, la vestimenta informal, el cabello sin arreglo, el sexo, la droga, la sicodelia, en la política la liberación de  Vietnam, Cuba, Argelia, la lucha contra la discriminación racial en EEUU,  comienza a romperse al mismo tiempo que los Beatles y los Rolling Stone, sacudían con su música a los jóvenes en todos los rincones. Con cinco años menos esa década me hubiese contagiado mejor.

5. La realidad es que el movimiento estudiantil de México (fines de julio/principios de octubre) se retrasó cinco meses al mayo europeo; pero lo más importante es que en tanto en Francia y Alemania hubo definición clasista, es decir, se combatió de manera abierta contra la burguesía y se reivindicó la lucha de los trabajadores, exigiendo incluso de manera abierta las renuncias  de los presidentes de eso países, en México las demandas fueron limitadas a problemas concretos y los jóvenes apenas hablábamos contra el “mal gobierno”. Yo había tenido militancia política en el PCM; militaba en la ciudad de México, desde 1966, en el espartaquismo. (3/X/18)

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