sábado, 8 de septiembre de 2018

septiembre 08, 2018
SAO PAULO, 8 de septiembre de 2018.- El excapitán del Ejército, Jair Messias Bolsonaro, de 63 años, fue transferido el viernes en la mañana al hospital Albert Einstein, en São Paulo, para seguir el tratamiento de recuperación del atentado que sufrió el jueves durante un comicio en Juiz de Fora, en Minas Gerais. El líder en las encuestas llegó grave al hospital, con hemorragia interna y el intestino delgado perforado en tres partes.

Su agresor, el albañil Adelio Bispo de Oliveira, de 40 años, fue preso in fraganti por un policía correligionario de Bolsonaro. En un interrogatorio confuso, Oliveira confesó que actuó solo y «a mando de Dios», pero la policía desconfía que haya otros implicados en el ataque.

Bolsonaro en el momento de ser apuñalado.

«Ese equipo maravilloso y bendito evitó que un mal mayor ocurriese», agradeció el candidato en un video grabado antes de embarcar hacia el nuevo hospital donde debe recuperarse por al menos una semana.

Sus posiciones machistas, racistas y homofóbicas han alimentado la polarización entre derecha e izquierda, y lo han llevado a crecer como el principal candidato antiPT, el Partido de los Trabajadores (PT) que gobernó Brasil entre 2003 y 2016 con Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril, y Dilma Rousseff, destituida del cargo.

El agresor capturado. (EPA)

Una semana antes de ser apuñalado, Bolsonaro, que suele estimular la violencia contra sus oponentes, había levantado un tripé de una cámara de video y simulando una ametralladora azuzó a sus militantes a «fusilar petralhas», como son llamados despectivamente los petistas. El gesto de disparar con la mano como si fuese un revólver o el de arquear el cuerpo y levantar los brazos como si sujetase una ametralladora es un símbolo en sus comicios en los que enseña esos ademanes incluso a niños muy pequeños.

Candidato polémico

«Ya se incendió, ¿Qué quiere que haga? Mi nombre es Messias, pero no tengo cómo hacer milagro», le respondió Bolsonaro a una reportera esta semana cuando le pedía una declaración sobre el incendio que acabó con el Museo Nacional de Río de Janeiro, uno de los más importantes de Brasil. «Si no hay dinero, paciencia», constataba el favorito en la elección presidencial brasileña, sobre una tragedia que paralizó al país esta semana.

Bolsonaro hospitalizado, ya estable. (@FlavioBolsonaro)

La declaración sobre el museo es sólo una de las perlas casi diarias del desbocado exmilitar que defiende a la tortura y que enfrenta varios procesos por incitar la violación de mujeres y por racismo. Una de esas denuncias es de la exministra de derechos humanos de Lula, María do Rosario, a quien le dijo frente a cámaras: «No te violo porque no te lo mereces». La Fiscalía también lo denunció por decir en un discurso de campaña que «los negros no sirven ni para procrear».

Las posiciones controvertidas y autoritarias de Bolsonaro siguen desagradando a buena parte de los electores. Mientras llega al 22% como favorito a la presidencia entre un grupo que lo llama «Mito», Bolsonaro también es el más repudiado, con un 44%.

Bolsonaro ha sido polémico por su discurso machista, racista y homófobo. (AFP)

En su sexta legislatura como diputado, Bolsonaro se destacó más por agresiones, incluso físicas, que por sus proyectos, pocos y mediocres, aprobando apenas dos en 26 años. Entre sus propuestas de campaña defiende la liberación de las armas, licencia para matar para policías, la castración química para violadores, la implantación de escuelas militares como modelo de educación y la liberación de las tierras indígenas para la exploración mineral y agricultura.

«Si llego a la presidencia no habrá un centímetro más de demarcación», declaró en abril sobre la ley que preserva la Amazonia y los pueblos indígenas. En su propuesta, apoyada por grupos de hacendados y contestada por indígenas, Bolsonaro afirmó que los indios «no quieren vivir en un zoológico».(Verónica Goyzueta / ABC)

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