sábado, 18 de agosto de 2018

agosto 18, 2018
BUENOS AIRES, Argentina, 18 de agosto de 2018.- Una mujer de 34 años ingresó el pasado domingo al hospital Manuel Belgrano de San Martín en Buenos Aires, Argentina, con un cuadro grave de infección en la zona genital provocado por un tallo de perejil que los médicos encontraron en su útero.

Tras su llegada al centro médico, la mujer, que vivía en una de las zonas más pobres de la localidad José León Suárez, en Buenos Aires, tuvo que ser internada de urgencia para someterse a una histerectomía, procedimiento quirúrgico para extraer el útero.

Sin embargo, este lunes la mujer tuvo que ser trasladada al hospital Magdalena Villegas de Martínez, en la ciudad de Pacheco, en Argentina, donde fue internada en terapia intensiva, pero la infección avanzó con rapidez y falleció.

Según confirmó personal del centro médico, este era el tercer aborto que la mujer intentaba.


"Nunca hubiera pasado esto si el aborto fuera legal. Tampoco habría mujeres que se hacen tres abortos", manifestó el médico de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, Sebastián Crespo, al diario El Clarín.

Tras conocerse la noticia, el colectivo feminista NiUnaMenos convocó a una marcha frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires y envió este mensaje: "Los pro muerte se llevaron otra vida. Es un feminicidio de Estado".

Por su parte, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito manifestó en un comunicado que "cada muerta y presa por abortar es responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional y de los integrantes del Poder Legislativo que se abstuvieron o votaron en contra de nuestro derecho a la vida”.

Y es que la muerte de esta mujer de 34 años, quien además ya tenía un hijo de dos, ocurre pocos días después de que el Senado de Argentina diera la negativa el pasado 9 de agosto a la legislación que pretendía despenalizar el aborto.

De los 71 legisladores presentes, 31 votaron a favor y 38 en contra, y dos se abstuvieron de votar el texto de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que ya había sido aprobado el 14 de junio por la Cámara de Diputados pero que se encontró con la oposición de la de Senadores.

Actualmente, las mujeres en Argentina solo pueden interrumpir su embarazo en dos instancias: si se trata de un caso de violación o de uno en el que su vida esté en riesgo. Sin embargo, muchas acuden a métodos y tratamientos caseros pues los consideran más económicos.

Abortar con perejil es uno de los métodos más comunes. Las mujeres introducen tallos largos de perejil para que estos toquen el útero. Con este método, se producen las contracciones y el embrión es expulsado.

Sin embargo, cuando se acude a métodos como el de la rama de perejil, el aborto queda inconcluso. En esas condiciones hay altas probabilidades de contraer una infección, la cual puede diseminarse con rapidez por todo el cuerpo hasta causar la muerte.

"Los métodos más precarios siguen vigentes y es algo que no se puede ocultar. Las mujeres usan sondas, cucharas, pastillas de permanganato, lo que sea. El objeto es significativo, porque da cuenta de la desesperación", explicó a El Clarín Cecilia Canevari, del Departamento de Estudios y Proyectos del Instituto de Estudios para el Desarrollo Social de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.

De acuerdo con Amnistía Internacional, cada año se practican 500 mil abortos clandestinos en Argentina. Sin embargo, esta cifra es un aproximado, pues no se cuenta con datos oficiales por tratarse de una práctica ilegal.

Con la muerte de la mujer de 34 años este lunes, se encrudece el debate sobre la despenalización del aborto en Argentina, pero, por lo pronto, la iniciativa deberá esperar al menos un año para ser presentada nuevamente. (El Tiempo / EFE)

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