sábado, 25 de agosto de 2018

agosto 25, 2018
WASHINGTON, 25 de agosto de 2018.- John McCain, expiloto de la armada de Estados Unidos y exprisionero de guerra en Vietnam, construyó una notable carrera política para convertirse en un prominente líder del Partido Republicano con el cual incluso llegó a ser candidato a la presidencia del país.

McCain, de 81 años, falleció este sábado 25 de agosto, a las 4:28 de la tarde, un día después de que decidió dejar de recibir tratamiento médico para paliar un agresivo cáncer cerebral que padeció durante varios meses.


El presidente Donald Trump, con quien mantuvo una tensa relación personal y política, envió condolencias a sus familiares a través de un tuit. Uno de los últimos deseos del senador republicado era que el presidente no asistiera a sus funerales, según revelaron allegados al diario The New York Times en mayo pasado.

McCain fue un duro crítico de Trump. En respuesta, durante su campaña presidencial, Trump llegó a decir de McCain: "No es un héroe de guerra (...) Él es (considerado) un héroe de guerra porque fue capturado. Me gusta la gente que no fue capturada".

Torturado en Vietnam

Cuando era mucho más joven, McCain estuvo muy cerca de la muerte en numerosas oportunidades. Ocurrió en las selvas húmedas de Vietnam tras ser capturado por el enemigo. Allí sufrió la tortura luego de que un 26 de octubre de 1967 en medio de una misión aérea sobre Hanoi fuego antiaéreo destrozó el ala derecha de su jet, del que tuvo que ejectarse de emergencia.

Sus dos brazos y piernas resultaron fracturados tras caer en un lago, donde milicias del Vietcom lo capturaron, no sin antes golpearlo y atravesarlo con bayonetas.

Tres meses antes, el joven piloto estaba sentado en su jet en la cubierta del portaaviones USS Forrestal cuando el misil de otro avión caza se disparó accidentalmente, impactando uno cerca del suyo y generando una bola de fuego de la que se salvó por poco.

Pero fue en la tristemente célebre prisión de Hanoi Hilton donde la muerte lo visitó en numerosas ocasiones. Allí fue aislado y torturado sistemáticamente, de lo que intentó escapar sin éxito a través del suicidio.

Por ello, el veterano político estadounidense es considerado un héroe de guerra, no por sus proezas en batalla, sino por haber logrado superar los horrores de su confinamiento. Y de la misma forma fue respetado y considerado uno de los mejores en el mundo de la alta política en Washington DC ya que no solo fue el principal promotor de más de 50 leyes aprobadas, sino que logró llegar a la mayor aspiración política que es ser nominado a la Casa Blanca, contienda en la que fue derrotado por Barack Obama en 2008.

Su captura en Vietnam a finales de la década de 1960 y su derrota política 40 años después fue, sin embargo, ridiculizada por el actual presidente de EEUU.

John McCain rechazó negociar su libertad en el inicio de su confinamiento en Vietnam del Norte a sabiendas de que esto mandaría un mensaje desmoralizador a sus otros compañeros prisioneros por el hecho de que su padre, el almirante John S. McCain, era en ese entonces el comandante en jefe del Pacífico. Incluso su padre ordenó tiempo después, casi a finales de la guerra, el bombardeo de Hanoi a sabiendas de que su hijo estaba allí en algun lugar como prisionero de guerra.

Por ello, su fama de rebelde nació como prisionero, una captura que se extendió cinco años.
Hijo del Canal de Panamá

John Sidney McCain III, nació el 29 de agosto de 1936 en la zona del Canal de Panamá. Se graduó de la Academia Naval de los Estados Unidos en 1958 y siguió los pasos de su abuelo y su padre, ambos almirantes de cuatro estrellas de la armada de Estados Unidos. Se convirtió en aviador y voló aviones caza.

Tuvo siete hijos, tres de ellos adoptados. Los cuatro más jóvenes con su segunda esposa Cindy Henslye.

Se postuló como republicano a las elecciones del Congreso en 1983 y ganó, luego lo hizo para senador en 1986.

En los pasillos del Senado McCain será recordado como una figura imponente pero no arrogante, en las audiencias públicas expresaba su molestia ante las respuestas evasivas de los testigos. A puerta cerrada fue un negociador agresivo.

McCain fue una figura influyente y fungía como una especie de oráculo para consultas en temas militares, de seguridad nacional y de política exterior, para lo que siempre funcionaba como el hombre de la última palabra, especilamente cuando el Partido Republicano era mayoría.

En 2005 propuso una todavía escurridiza reforma migratoria junto a su fallecido colega y amigo demócrata Ted Kennedy, quien justamente murió del mismo cáncer. Insistió en el tema cuando en 2013 se unió al esfuerzo del ‘grupo de los ocho’, compuesto por cuatro republicanos y cuatro demócratas que buscaban una acuerdo que beneficiaría a millones de indocumentados. McCain quería primero asegurar la frontera. El proyecto no prosperó.

El senador republicano fue diagnosticado con un tumor cerebral maligno en 2017. No era un simple coágulo sanguíneo. Los médicos que operaron a John McCain corroboraron las peores sospechas poco después de la cirugía a la que fue sometido. El diagnóstico: glioblastoma, un agresivo tipo de cáncer que la Asociación Estadounidense de Tumores Cerebrales (ABTA, por sus siglas en inglés) cataloga como “altamente maligno”.

A diferencia de otros tumores cerebrales, el glioblastoma nace en el cerebro o la espina dorsal. Deriva de los astrocitos, células en forma de estrella que conecta el tejido cerebral. Es muy agresivo pues invade con facilidad y rapidez cualquier tejido sano.

Solo 20% de los pacientes sobreviven por más de un año y apenas 3% más de tres.

En medio de esa ínfima expectativa de vida, McCain, en una de sus últimas y más relevantes decisiones del final de su carrera, fue al Senado para con su voto derrotar la iniciativa republicana patrocinada desde la Casa Blanca para derogar Obamacare, el actual sistema de salud.

McCain caminó hasta el centro de la Cámara Alta, levantó su brazo derecho y lo dejó en el aire por seis segundos para finalmente bajar el pulgar. Su "no" no pudo oírse en la grabación de video, lo que sí fue claramente audible fue el resuello de sorpresa de sus compañeros senadores y reporteros que presenciaban el momento desde la galería.

Su voto negativo lo justificó al señalar que la iniciativa fue resultado de un proceso oscuro, sin debate, que para algunos fue considerado más una venganza política contra el gobierno de Barack Obama que un proceso conciente de discusión legislativa en busca de lo mejor para los estadounidenses.

Justo en esa oportunidad McCain dio un discurso que sonó a despedida de una larga carrera política:

"He sido miembro del Senado de Estados Unidos por treinta años. Tuve otra larga carrera antes de llegar aquí, otra profesión que fue profundamente gratificante y en la que tuve experiencias y amistades que aprecio muchísimo. Pero no se equivoquen, mi servicio aquí es el trabajo más importante que he tenido en mi vida. Y estoy muy agradecido con la gente de Arizona por el privilegio, por el honor, de servir aquí y las oportunidades que me brinda de desempeñar un pequeño papel en la historia del país que amo". (Univisión)

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