domingo, 1 de julio de 2018

julio 01, 2018
NIZHNI NÓVGOROD, Rusia, 1 de julio de 2018.- Croacia le debe a Subasic la clasificación para cuartos de final de un Mundial por segunda vez en su historia. Croacia, tras el 1-1 final, se impuso a Dinamarca en una tanda de penaltis de infarto en la que el meta del Mónaco detuvo tres lanzamientos y Kasper Schmeichel, que le había parado ya uno en la prórroga a Modric, atrapó dos. Otro capítulo memorable para este loco Mundial de Rusia.

El ritmo que le faltó al España-Rusia le sobró a los primeros cuatro minutos del Croacia-Dinamarca. Se esperaba a Eriksen y Modric... pero apareció 'Zanka' Jorgensen. La apuesta de Hareide por el fútbol directo quedó justificada a los 57 segundos. Delaney prolongó un saque de banda larguísimo de Knudsen con un gran reverso y el central del Huddersfield remachó a la red. Pudo hacer más Subasic por evitar el gol más rápido de Rusia 2018.

Subasic. (Getty Images)

Le duró, poco, poquísimo, la alegría a la 'Dinamita Roja'. Una buena combinación por derecha de Rebic y Vrsaljko acabó en una jugada rocambolesca. Mandzukic se sirvió de un pelotazo involuntario de Dalsgaard a su compañero Christensen para marcar a placer el 1-1. Sólo habían transcurrido 3'37''. Nunca en la historia de los Mundiales dos equipos habían marcado dos goles tan pronto en un mismo partido.

Comenzaba, entonces, un partido nuevo sin un dominador claro. Croacia trataba de dominar a través de la posesión, pero había alternativas para unos y otros: Subasic salvó un mano a mano con Braithwaite en el 27', Schmeichel desvió un disparo de Rakitic desde la frontal en el 29', un remate de Lovren tras una falta lateral botada por Modric en el 39' salió rozando el palo y un centrochut de Eriksen se estrelló en la cruceta en el 42'.

Rakitic. (Reuters)

El segundo tiempo fue más parecido al España-Rusia. Dinamarca dio un paso al frente en la presión con la entrada de Schöne por Christensen y 'ahogó' la sala de máquinas croata. La primera jugada reseñable de peligro no llegó hasta el 72': Yussuf Poulsen ganó la espalda a Strinic y sirvió atrás para Nicolai, que se encontró con Subasic.

Croacia 'espabiló' tras la entrada de Kovacic por Brozovic a lomos de un extraordinario Rebic. Modric (77') y el propio Rebic (78') probaron suerte, sin éxito, con dos intentos desde fuera del área y Perisic, en el 83', cabeceó alto un gran centro de Pivaric. Hubo un último intento por cada bando de evitar la prórroga: Rakitic probó en el 92' un zapatazo que salió a la izquierda de la portería de Kasper Schmeichel y una volea de Braithwaite, acto seguido, también se marchó fuera por poco.

La primera prórroga que disputaban en un Mundial tanto Croacia como Dinamarca siguió el mismo guion del segundo tiempo. Schöne (98') y Kramaric (104') rompieron la monotonía en el primer tiempo de la prórroga con un tiro que salió rozando el poste y un 'centrochut' envenenado que sacó Schmeichel bajo la línea. El recién salido Pione Sisto hizo lo propio con un buen disparo en el 108' que también se fue fuera por poco.

Festejo croata. (DPA)
La 'final' para pasar a cuartos entre Croacia y Dinamarca parecía saltar por los aires en el 114'. Ambos parecían firmar los penaltis cuando llegó... un penalti. Modric apareció para filtrar un sublime pase a Rebic, que regateó a Schmeichel y cuando iba a marcar, a puerta vacía, 'Zanka' Jorgensen le derribó por detrás. Evitó un gol y sólo vio la amarilla.

La jugada le salió perfecta. Kasper Schmeichel detuvo el lanzamiento a Modric para delirio de su padre, Peter, en la grada. El Mundial más loco de la historia tenía un nuevo capítulo. El portero del Leicester, por su parte, se ha ganado que no les vuelvan a comparar. La tanda de penaltis, ahora sí, estaba servida.

Schmeichel, ya en la tanda, hizo lo imposible por clasificar a Dinamarca para cuartos. Detuvo los tiros de Badelj y Pivaric... pero Subasic atrapó tres. El meta del Mónaco se impuso a Eriksen , Schöne y Khron-Dehli para sellar la clasificación. Schmeichel padre lo sufría en la grada y Suker, presidente de la Federación croata, sonreía. (Alberto Rubio / Marca)

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