jueves, 28 de junio de 2018

junio 28, 2018
NUEVA YORK, 28 de junio de 2018.- El encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin ya tiene lugar y fecha: Helsinki, el 16 de julio. EE.UU. y Rusia anunciaron ayer los detalles de la cumbre entre sus dos líderes, una reunión que se produce en un momento en el que Trump parece pivotar su política internacional. Se vio este mes, cuando Trump dejó claro su confrontación con sus socios del G-7 en Canadá justo antes de volar a Singapur para reunirse con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
Putin y Trump el 7 de julio de 2017 en la Cumbre de los 20.

En julio, habrá una situación paralela. Los días 11 y 12 de ese mes, Trump acudirá a Bruselas a la cumbre de la OTAN. Desde que llegó a la Casa Blanca, ha disparado sin descanso contra los países miembros, a los que acusa de no cumplir con sus obligaciones de financiación militar. A ello se le une la guerra comercial que ha desatado con sus socios europeos, el bloque central de la OTAN. Este mismo miércoles por la noche, en un mitin en Dakota del Norte, volvió a arremeter contra la Unión Europea, a la que acusó de haberse creado «para aprovecharse de EE.UU.»

Todo apunta a que Trump repetirá el guión del G-7 y Singapur: tensión con sus aliados estratégicos de la OTAN y distensión con Putin. Desde la campaña presidencial que le llevó al poder, Trump ha tratado de suavizar la hostilidad entre EE.UU. y Rusia. Ha elogiado la capacidad de liderazgo y la fortaleza de Putin, ha tratado de rebajar el impacto de las sanciones a Rusia por la invasión de Crimea, ha exigido que Rusia regrese al G-8 y ha cuestionado que hubiera interferencia de Moscú en las elecciones que le llevaron a la Casa Blanca, frente a la opinión de la inteligencia estadounidense y de las comisiones investigadoras del Congreso.

Lo volvió hacer ayer, tras el anuncio de la fecha de la cumbre. «¡Rusia sigue diciendo que no tiene nada que ver con la interferencia en nuestras elecciones!», escribió en Twitter, dando validez al mensaje de Moscú frente a la opinión consolidada de la inteligencia de su país.

«El presidente puede creer la conclusión unánime de nuestra comunidad de inteligencia o puede creer a Vladimir Putin», criticó hoy el senador demócrata Mark Warner.

No hay apenas detalles sobre qué asuntos se tratarán en el encuentro. La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo de forma muy general que se hablará de las relaciones entre ambos países y de asuntos «de seguridad nacional». Sí se sabe que habrá una reunión entre ambos líderes, un desayuno de trabajo y una conferencia de prensa conjunta.

La cumbre se producirá justo tras la final del Mundial de Rusia, a la que Putin asistirá. Trump también tendrá una previa deportiva: entre la reunión de la OTAN y la de Putin jugará al golf en Escocia, donde tiene dos campos en propiedad. (Javier Ansorena / ABC)

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