sábado, 14 de abril de 2018

abril 14, 2018
Pedro Echeverría V.

1. Esto de los misiles parece un juego de niños. Los EEUU los lanzan sobre cualquier país (Irak, Siria, Libia, Afganistán,) cuando se les antoja y con cualquier pretexto (armas químicas, el ISI); el asunto es que ningún país responde en este juego. Mientras no es aún una “Tercera Guerra Mundial” declarada, los misiles yanquis están destruyendo pueblos y asesinando a decenas de miles de habitantes; no basta tener antimisiles, es urgente que los gobiernos de Rusia, China, Norcorea, demuestren que también tienen los suyos “inteligentes y bonitos”, como dice Trump de los yanquis.

2. Los bombardeos y ocupaciones de los EEUU se inician por lo menos desde los años sesenta y setenta, cuando el ejército de EEUU ocupó Vietnam;  los dos gigantescos bombardeos asesinos contra Irak por Bush padre y luego Bush hijo, los ataques contra Túnez, Libia, Egipto, Siria, son igual de criminales masacres yanquis contra los pueblos, ¿a quién corresponde frenar esos gigantescos magnicidios mientras los pueblos del mundo despiertan? Ni la ONU, ni la OTAN han demostrado alguna independencia o alguna fuerza contra EEUU porque han sido instituciones a su servicio.

3. El presidente Trump ha declarado con todo cinismo que “sus misiles han sido enviados a lugares precisos” de Siria para destruir  solo objetivos militares. Se sabe que es mentira absoluta porque todas las intervenciones yanquis  han llevado a la muerte a cientos de miles en años recientes en decenas de países,  además de la destrucción de bellas construcciones con hace más de dos mil años.  ¿Qué diría Francia si ve desplomarse el Palacio del Elíseo y el Arco del Triunfo; que sentiría Inglaterra si ve caer el Parlamento y el Palacio de Buckingham, y si EEUU ve destruida la Casa Blanca, el Pentágono y el Wall Street?

4. ¿Aplaude el mundo la destrucción de la historia de Oriente y lloraría por occidente? Lo deseable es que no haya guerras, intervenciones o enfrentamientos entre seres humanos, pueblos o países; pero se olvida que mientras exista la propiedad privada, la acumulación de riquezas en unas cuantas familias y la terrible miseria en la inmensa mayoría de la población, ninguna paz será posible. Esas muy pocas y poderosas familias, al manejar a los gobiernos, a las fuerzas armadas y a los medios de información, han buscado controlar todo. Ese es el único origen de las guerras: el poder económico, político, territorial e ideológico.

5. Los muy recientes gobiernos yanquis, por lo menos desde 1981 que Reagan inició el suyo, llevan el record e agresiones, bombardeos e invasiones. En 1961, cuando se inició el gobierno de Kennedy, era muy brutal y asesina  la invasión contra Vietnam; pero en esos 20 años, al concluir el gobierno de Carter, el balance es menos guerrerista e intervencionista.  Pareciera que en ese lapso de 57 años (1961-2018), los gobiernos más asesinos de EEUU contra el mundo, fueron los Bush (padre e hijo).  Obvio, los otros gobierno yanquis no eran “blancas palomas” porque para asegurarse de petróleo tuvieron necesidad de invadir y asesinar, pero fueron menos asesinos.

6. Por ello, aunque desde hace más de 50 años he estado apoyando el desarme general y completo, así como contra las armas nucleares controladas por alrededor de 10 poderosos países, no me hago la mínima ilusión pensando que es un asunto de conciencia o de “malas vibras”, sino un problema de fuerza de las masas en sus luchas y protestas. Nosotros como articulistas y denunciadores sólo podemos llamar a las masas a participar, pero el triunfo sólo podrá lograrse cuando éstas ocupen las calles e impongan con su fuerza el poder que obligue a los gobiernos y empresarios a obedecer. ¿Veremos misiles sobre EEUU y Gran Bretaña en este juego? (14/IV/18)

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