domingo, 29 de abril de 2018

abril 29, 2018
Pedro Echeverría V.

1. Los electores mexicanos de ninguna manera deben votar por el PRI y por el PAN –los culpables directos de la desastrosa situación que vive el país- deben además repudiarlos en sus actos de campaña. Hoy domingo publicó La Jornada un estudio que debe leerse bien y pensarse mucho más. ¿Quiénes son los culpables en estos últimos 12 años de la miseria y el hambre del pueblo mexicano sino los partidos (PRI, PAN, PRD,) que firmaron con el presidente Peña en 2012, el famoso “Pacto por México” o “contra México”, como se conoce? ¿Será tan profunda la ignorancia y “el valemadrismo” de nuestro pueblo?

2. No olvido que el presidente “lengualarga” de Fox, cuando quiso desaforar a López Obrador en 2005/06 hubo millones de protestas en las calles, pero lo que más fuerza tuvo contra Fox fueron los protestas y las interrupciones de sus actos. Se enojó tanto, porque por todos lados recibía gritos de repudio, que tuvo que parar automáticamente el llamado “desafuero”. Pienso que igual: las campañas de priístas, panistas y perredistas deben ser repudiadas porque la firma de ese “Pacto por México” fue criminal, fue la base del gobierno de Peña Nieto que ya todos dicen “ha sido el peor gobierno de la historia”.

3. Coincido plenamente con quienes han dicho y escrito que este gobierno de Peña Nieto ha sido el peor de la historia a pesar de los gobiernos de Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón que fueron de los más ladrones y asesinos. ¿Quién pensó que se igualaría y superaría el número de 125 mil asesinatos, más desaparecidos del sexenio anterior de Calderón? Esos asesinatos de los gobiernos de Calderón y Peña superan ampliamente a los de cualquier país en guerra. Pero además, basta con revisar un poco de la economía nacional de los últimos 12 años para ver el desastre económico que vivimos en México.

4. De acuerdo con la Agenda mínima por México, publicada por IDIC (Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico): hay 12 desafíos económicos: la precariedad del país se origina debido a que 57 por ciento de la población ocupada se encuentra en la informalidad (trabajando en la calle), pero del total de 54.4 millones de personas ocupadas (sólo unos cuantos, medio millón) tienen percepciones por arriba de los 26.5 mil pesos mensuales… Los desocupados que no reciben ingresos es 6.5 veces más grande que el de quienes ganan más de 10 salarios mínimos, es decir, 3.4 millones de personas en el país.

5. México es un país de 25 millones de habitantes y de éstos el 80 por ciento vive en la pobreza y el 40 por ciento de éstos en la miseria. Todos los años, particularmente en tiempos de campaña, los políticos se pasan prometiendo que cuando suban al gobierno las cosas van a cambiar. Llevo por lo menos 58 años escuchando esas mentiras –desde que me hice políticamente consciente- y todos nuestros cambios han sido para atrás: los hijos de los pobres siguen siendo pobres y miserables y los hijos de los ricos, millonarios. Algunos, muy pocos de las clases medias se han colado entre la clase dominante que –aunque sean despreciados, se sienten “triunfadores”.

6. Por ello no olvido a uno de mis filósofos de cabecera, el berlinés Marcuse: “Si el trabajador y su jefe se divierten con el mismo programa de televisión y visitan los mismos lugares de recreo; si la mecanógrafa se viste tan elegantemente como la hija de su jefe, si el negro tiene un Cadillac, si todos leen el mismo periódico, esta asimilación indica, no la desaparición de las clases (o el rompimiento del capitalismo), sino la medida en que las necesidades y satisfacciones que sirven para la preservación del “establecimiento” son compartidas por la población subyacente”. (1964) Sólo cambiamos formas pero el capitalismo sigue.

7. Se señala más adelante: El grupo de mexicanos que perciben entre 5 y 10 salarios mínimos tampoco resulta ser más cuantioso (2.1 millones de personas, que equivale a 2.4 por ciento) en comparación con la población que gana cuando mucho un salario mínimo (7.4 millones de personas o 14.1 por ciento). Ante tales cifras, el IDIC indicó que solo 3.4 por ciento de los ocupados tiene un ingreso de bienestar, contra 20.6 por ciento que vive en la precariedad absoluta por falta de ingreso o bien por la percepción de un salario mínimo que actualmente es de 88.15 pesos. El sistema le ha dado en la madre al pueblo y como parte de él, nada hacemos contra los “pactistas”. (29IV/16)

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