miércoles, 14 de marzo de 2018

marzo 14, 2018
BARCELONA, 14 de marzo de 2018.- United Airlines ha vuelto a escribir un capítulo negro a su historia con el transporte de animales. Un perro de solo 10 meses murió este lunes en el vuelo 1284 que une Houston con Nueva York. La familia con la que viajaba, una madre con un niño de unos 8 años y un bebé, fue obligada a meter al cachorro de Bulldog francés en el compartimiento superior de equipajes y cuando lo sacaron estaba sin vida.

La mujer llevaba al pequeño ‘Papito’ dentro de su transportín y quería que viajara a sus pies para que estuviera en contacto con ella. La azafata impidió que la mascota permaneciera allí en un vuelo de tres horas y media de trayecto. Decía que podía ser peligroso en caso de emergencia por si alguien tropezaba con él. Acabó convenciendo a la dueña para que lo colocara arriba como si fuera una maleta más.

El perro y los propietarios en fotos publicadas por los pasajeros en Facebook y Twitter.

El perro permaneció un rato quejándose en el interior del compartimiento superior hasta que finalmente se hizo el silencio. Cuando el avión aterrizó en Nueva Nork y abrieron su trasportín lo encontraron muerto. La familia se echó a llorar en mitad del pasillo de forma desconsolada.

Uno de los pasajeros del vuelo 1284 de United Airlines relató el incidente en un post de Facebook junto a unas duras fotografías del animal. “Estuvo amontonado dentro del compartimiento superior sin aire ni agua (…) Al abrir el transportin no hubo respuesta cuando la familia lo llamó por su nombre. Sostuve al bebé mientras la madre intenta resucitar al animal. Lloré con ellos y mi corazón se rompió cuando me di cuenta de que se había ido”, relata June Lara.

El post de Facebook termina con una contundente queja: “A United Airlines no le importa la seguridad de sus viajeros peludos. Esta familia pagó 125 dólares para que su mascota fuera asesinada frente a ellos. No hay excusa para el dolor que están sufriendo”.

Según publica hoy el New York Times, United Airlines ha pedido disculpas por este incidente y le ha devuelto el importe íntegro de los billetes a la familia, incluido el sobrecoste que pagaron por llevar a 'Papito'.

Colocar animales en el compartimiento superior contradice la normativa de la aerolínea. Ahí se detalla que las mascotas, siempre que el tamaño se lo permita, deben permanecer dentro de su transportín y debajo del asiento delantero del cliente. La azafata tomó la decisión equivocada de forma personal, pero la compañía asume la plena responsabilidad.

No es la primera vez que United Airlines protagoniza un incidente de este tipo. El año pasado dio la vuelta al mundo la demanda que recibieron después de que un conejo gigante falleciera en la bodega del avión. Además, en 2017 murieron en sus vuelos según un informe del Departamento de Transporte 18 animales y 13 resultaron heridos. (La Vanguardia)

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