sábado, 10 de febrero de 2018

febrero 10, 2018
José Repetto

A menos de 5 meses de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador sigue encabezando varias encuestas.


Ésta es, comentan varios analistas políticos, su última y mejor oportunidad de ser electo Presidente de la República.

En su tercer intento, AMLO se postula por Morena, partido creado por él mismo para satisfacer su ambición personal donde todos los demás jugadores son meros peones a su servicio.

Es muy probable que López Obrador pierda, dado que en 2006 fue derrotado por un pequeño margen por el panista Felipe Calderón Hinojosa y en 2012 por más de 3 millones de votos por el priista Enrique Peña Nieto.

López Obrador es una persona autoritaria, cerrada a puntos de vista contrarios al suyo. Aún en el interior de su partido se sabe que se abusa del poder para imponer candidatos. Desde que era perredista, se sabía que era su dedo el que elegía a los candidatos.

Es de destacar también el pragmatismo oportunista de Morena, partido al que se han sumado ex panistas, ex priistas y ex perredistas "absueltos" por el tlatoani. En pocas palabras, Morena es lo que ellos denominan "el PRIAN" con otro logo y colores.

Su ambición es tan grande y desmesurada que se alió con el Partido Encuentro Social (PES), el cual está abiertamente en contra de los derechos de la diversidad sexual, los que AMLO, al decirse izquierda, debería defender a toda costa.

Aún así López Obrador, quien inició su carrera como priista, es arrogante, y él y sus seguidores tildan a quien no lo siga de "vendido a la mafia del poder" o "enajenado". ¿O estás conmigo o estás en mi contra? eso no es democracia.

Asimismo, sus ideas insultantemente simplistas (dice que acabará la corrupción y todos se portarán bien por ello) y anacrónicas.

Andrés Manuel llevaría a México no para atrás, sino para el abismo, pues para bien o mal prevalece el presidencialismo en México y el candidato "virtual" de Morena mandará al diablo a la Cámara de Diputados y al Senado si no le aprueban sus propuestas.

Como jefe de gobierno del DF, "El Peje" fue autoritario, casi fue desaforado por desobedecer la orden de un juez e hizo secreta la información sobre los segundos pisos.

El voto útil será para quien, pocos días antes de la elección, esté mejor posicionado en las encuestas serias. Puede ser Ricardo Anaya Cortés del PAN o José Antonio Meade Kuribreña del PRI. Pero el voto útil contra AMLO es por cualquiera de los dos.

En los tres procesos en los que ha participado ha apostado al enojo y odio de la gente y se ha visto su negativa a aceptar cualquier resultado que no le sea favorable y, en los dos últimos, se le ha visto derrotado a pesar de encabezar las encuestas meses antes.

De ganar Andrés Manuel López Obrador la contienda ¿no sería preferible que hubiera un fraude electoral para evitar que asuma el poder? Por el bien de los mexicanos de hoy y en especial los del futuro un servidor opina que sí. Basta ver el legado ruinoso de Hugo Chávez en Venezuela, nación que hoy está en crisis a raíz de sus acciones y las de su sucesor.

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